El tiempo se acaba y tanto la líder de los partidos de la Unión (CDU/CSU), Angela Merkel, y la cabeza de la socialdemocracia (SPD), Martin Schulz, lo saben.

Inicialmente, el pasado domingo se había establecido como fecha final para dar a conocer un informe con el acuerdo que le permitiera a la Canciller alemana tomar control del Gobierno por cuarta vez consecutiva, pero nuevamente las negociaciones fallaron.

Por esta razón, las partes agregaron "tiempo adicional", al igual que en un encuentro deportivo, para fijar posturas en común con los temas más complejos.

El primero de ellos es la Salud, donde el SPD insiste en reducir la desigualdad entre los afiliados al sistema público y privado; mientras que la segunda piedra de tope es una reforma laboral que revise los contratos de duración definida.

De hecho, es la casa Willy Brandt, conocida sede del partido en Berlín, el lugar donde se concentran los esfuerzos de ambas fuerzas políticas para sellar el acuerdo que permita a Merkel tomar las riendas de la primera economía de Europa.

Uno de los mensajes alentadores vino por parte del líder del SPD, Martin Schulz, quien señaló que "tenemos una oportunidad real, junto con Francia, de hacer que Europa sea más democrática, social y capaz de actuar en interés de los ciudadanos de Alemania, y en interés común de todos los europeos".

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Las palabras del ex presidente del Parlamento Europeo dieron indicios de que las negociaciones han avanzado, pero que aún busca mejorar acuerdos que le permitan convencer a los miembros de su partido que voten a favor de la formación de Gobierno en conjunto con Angela Merkel.

Por esta razón, Schulz aprovechó además de aclarar los acuerdos que se han ido adoptando en las negociaciones, que incluyen "más recursos en la lucha contra el desempleo juvenil; y fiscalización justa para las empresas, especialmente para los gigantes de Internet, como Google, Apple, Facebook y Amazon en Europa".

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Por otro lado hizo hincapié en que se la jugará por los "derechos de los trabajadores más fuertes y un pacto social para Europa".

Quien también hizo un balance positivo desde la tienda de izquierda fue Michael Groscheck, ex ministro de Vivienda y actual presidente del SPD en Renania del Norte-Westfalia, quien dijo que entre los acuerdos de su sector "una comisión a nivel federal diseñará una estrategia de reducción de deuda con los estados federales para liberar a las ciudades y comunidades en apuros de la trampa de la deuda".

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Respecto al resultado de la negociación que finalmente se conocería este martes, el analista Jorge Galindo cree que "el electorado más centrado va a reconocer y va a premiar positivamente al partido por ese cambio del no a sí", debido a que en primera instancia Schulz se negó a pactar con Angela Merkel, principalmente, por los malos resultados en las últimas elecciones de septiembre.