Aunque para la última reunión de la Fed la rebaja de impuestos impulsada por Donald Trump no estaba aprobada por el Congreso, sus funcionarios la integraron en el análisis que condujo a una mejora en su estimación de expansión económica de EEUU para 2018, desde 2,1% hasta 2,5%. "La mayoría de los participantes indicaron que los posibles cambios en la política tributaria federal fueron un factor que los llevó a aumentar sus proyecciones de crecimiento del PIB real en los próximos años", se lee en las minutas del encuentro, difundidas ayer en Washington.
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El documento, que detalla la discusión del Comité de Política Abierta de la Reserva Federal (FOMC), mostró en general una visión optimista sobre la fortaleza de la primera economía mundial. En ese marco destacaron la mejora de las contrataciones, con una tasa de desempleo en 4,1%, y el "rápido aumento" observado en la producción industrial.
Sin embargo, hay algo que sigue molestando al grupo liderado por Janet Yellen: la baja inflación. Aunque en la tabla de perspectivas presentada el 13 de diciembre se siguió apostando a que los precios llegarán en el mediano plazo a la meta autoimpuesta de 2%, hubo integrantes del comité que manifestaron sus dudas al respecto.
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En la minuta quedó consignado que "si bien los participantes en general consideraron que los riesgos para las perspectivas económicas están más o menos equilibrados, acordaron que la evolución de la inflación debería monitorearse de cerca".
Chris Rupkey, jefe de economía financiera del MUFG, sostuvo tras la publicación de las minutas que "una cosa es cierta y es que la inflación se ha convertido en la variable económica más importante que rige la política de la Reserva Federal en este momento, y los inversionistas en el mercado deberían aconsejar ver estas estadísticas".
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Ajuste gradual
En función de todo lo anterior fue que la Fed determinó un incremento a la tasa de interés en el último mes del año hasta el rango actual de 1,25% y 1,5%, con sólo dos votos en contra.
Entre los que rechazaron se cuenta al presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, quien explicó que su decisión se debió en parte a las preocupaciones sobre la curva del bono del Tesoro de EEUU. No obstante, "en general, los funcionarios estuvieron de acuerdo en que el grado actual plano de la curva de rendimiento no era inusual según los estándares históricos".
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Así, también fue la mayoría la que determinó dejar intactos los pronósticos de tres alzas de tasas para este año, siguiendo la política que ha marcado la normalización comandada por Yellen.
"La mayoría de los participantes reiteraron su apoyo a continuar con un enfoque gradual para elevar el rango objetivo, señalando que ayudó a equilibrar los riesgos", sostuvieron las minutas.
En ese contexto, aunque las apuestas por un incremento en enero permanecieron en 0%, el mercado de futuros anticipa en un 78,4% un alza de tasas de la Fed en marzo, nueve puntos más que el martes.
