Frankfurt.-El entrenamiento vocacional de Alemania es fuente de admiración internacional e imitación, y se ha vuelto una solución de moda para el desempleo juvenil en Europa. Pero más graduados de los colegios en Alemania están prefiriendo entrar a la universidad en lugar de comenzar este aprendizaje, disparando las alarmas de que los pequeños negocios tendrán problemas para llenar puestos calificados.
Eric Schweitzer, presidente de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria Alemanas (DIHK, por su sigla en alemán) advirtió: "años de llamadas a Alemania para que suba el porcentaje de estudiantes [universitarios] han llevado a la situación en que nuestras salas de clases están repletas, mientras las compañías buscan aprendices desesperadamente".
Dijo: "Alemania arriesga un daño a largo plazo como un lugar para los negocios si esta tendencia a la 'academización' sin importar el costo, no se detiene".
"Tal como se ha visto en los países del sur de Europa afectados por la crisis, una alta tasa de universitarios no garantiza en ningún caso una economía próspera o un bajo desempleo juvenil".
El número de jóvenes alemanes comenzando un trabajo de aprendizaje cayó 4% el año pasado, a 530.700, el nivel más bajo desde la reunificación en 1990.
Unos 33.500 puestos de aprendizaje quedaron vacantes, el número más grande desde 1996. Sobre esta información de diciembre, Johanna Wanka, ministra de educación e investigación, dijo: "no podemos estar tranquilos con estos resultados, en parte por nuestra base de habilidades productivas y bajo desempleo juvenil que otros países ven en Alemania [como un modelo a seguir]".
Las razones para la caída en el número de aprendices son debatidas arduamente. En parte, refleja una tendencia demográfica: hay menos jóvenes que cuando la generación "baby boomer" alcanzaba la mayoría de edad.
Estudiar un pregrado se ha vuelto una opción más atractiva, en parte porque ya no demora tanto. Los estudiantes alemanes pueden obtener un pregrado en tan solo tres años, en lugar de los cinco años que tardaba antes diplomarse.
Casi 500.000 alemanes comenzaron estudios universitarios el año pasado, comparado a los menos de 360.000 hace una década. Sin embargo, uno de cada cuatro de estos estudiantes se sale prematuramente de los estudios, sin graduarse.
Mientras, los sindicatos acusan que las compañías, buscando reducir costos, ofrecen un número insuficiente de puestos de aprendizaje, y señalan un aumento el año pasado en el número de jóvenes que no pudieron conseguir un cupo.
Jutta Rump, directora del Instituto para el Empleo y la Empleabilidad (IBE) en Ludwigshafen, dijo que de hecho ha habido una "canibalización" del entrenamiento vocacional a través de un aumento en las matriculas universitarias.
"En educación ha habido un fuerte deseo de aumentar el número de personas en la universidad", dijo.
Aún así, el bajo desempleo juvenil de Alemania, con solo un 8% de alemanes entre 15 y 24 años de edad sin trabajo, comparado al más de 50% en España y Grecia, impulsa a muchos legisladores de otros países a imitarlo.
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