Han transcurrido diez años desde que la Ley 20.179 dio inicio al sistema de instituciones de garantía recíproca (IGR), modelo que tiene como gran objetivo brindar a las pymes mejores condiciones de acceso al financiamiento en cuanto a montos, plazos y tasas, y también dar movilidad a la garantía que soporta ese financiamiento.
La industria detrás de las garantías recíprocas en Chile es aún joven si se la compara con sus pares europeas, pero ya tiene un importante camino de experiencia y aprendizaje, apoyando a más de 40 mil pymes y garantizando sobre US$3.000 millones en estos años.
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España, con una de las legislaciones más avanzadas en esta materia, lleva cuatro décadas perfeccionando el modelo de IGR y lo ha hecho de manera eficiente. Hoy operan ahí 19 SGR que cubren todo el territorio, manteniendo un stock de garantías de €4.000 millones y fortaleciendo 600.000 puestos de trabajo. Ese modelo cuenta con un reafianzamiento público o cobertura de pérdidas (Cersa) que le entrega total confianza a todo el sistema financiero.
Chile está aún lejos de esa experiencia, pero tiene una enorme ventaja en comparación con América Latina: ya existe una ley que enmarca el desarrollo de la industria -no es un programa más de fomento- y hay empresas que conocen bien el modelo.
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Ha llegado la hora de potenciar este importante motor de las pymes, adoptando las mejores prácticas internacionales. Para eso, es necesario optimizar el trabajo de los entes estatales que conforman el modelo IGR, como Fogape y Corfo, teniendo como guía los casos de éxito en el mundo. Es importante que las propias IGR optimicen su funcionamiento y ofrezcan servicios más livianos, en tiempos acotados y con un servicio de excelencia. Y es imprescindible difundir el modelo entre muchas pymes que todavía no saben de su existencia.
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Así como España se convirtió en un referente mundial de la industria al hacer los cambios necesarios para ajustar su modelo, Chile tiene hoy la gran oportunidad de transformarse en líder regional y mostrar el camino que permite a las pymes tener un nuevo motor de apoyo para su desarrollo.
El autor es presidente de Asigar A.G.