Moody's Investors Service ha rebajado a basura la calificación crediticia de Ericsson AB, ya que una perspectiva de debilitamiento de los beneficios ha erosionado la confianza en que el nuevo responsable, Börje Ekholm, logre con éxito una reestructuración del fabricante sueco de equipo de telecomunicaciones.

Las provisiones y los cargos por reestructuración darán lugar a "unas mediciones de crédito que ya no serán proporcionales a las calificaciones del grado de inversión", dijo Alejandro Núñez, analista de Moody's, en un comunicado el miércoles.

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Moody's rebajó la calificación de deuda sénior a largo plazo no garantizada de Ericsson de Baa3 a Ba1 -la tercera rebaja a la calificación en menos de siete meses- citando el impacto negativo en las ganancias operativas y los flujos de efectivo hasta 2018.

La medida de Moody's pone de manifiesto las dificultades importantes a las que se enfrenta Ekholm mientras intenta llevar a cabo una reestructuración en Ericsson. Las ventas continúan bajando a tasas porcentuales de dos dígitos mientras su competidor Nokia Oyj muestra señales de estabilización. Ekholm ha prometido intensificar los esfuerzos para reducir costes y deshacerse de contratos no rentables por más de US$1.000 millones a fin de revitalizar a la compañía, y a la vez mantener las inversiones necesarias en el negocio central de redes.

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"Una estrategia basada principalmente en la reducción de costes no es sostenible a largo plazo" y podría perjudicar la competitividad de Ericsson y su capacidad de innovar, dijo Moody's. Este dilema ha sido reconocido por Ekholm, quien dijo a Bloomberg TV el mes pasado que la compañía necesita reducir costes y a la vez invertir para la próxima generación de redes móviles.

"Tenemos que hacer algo que es difícil, mantener un pie en el pedal del acelerador y un pie en el freno", dijo Ekholm. "Tenemos que asegurarnos de que invertimos lo suficiente para ser líderes tecnológicos".

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Ericsson llegó a caer un 2,4% y se negociaba a un 2,1% menos en 57,60 coronas a las 11:27 de la mañana en Estocolmo. El rendimiento de los bonos de la compañía por 500 millones de euros y vencimiento en 2021 subió 21 puntos básicos a 1,03%.