Cada año aumenta el costo de transitar por las autopistas concesionadas de Santiago, pero a su vez, crece también la cantidad de deudores e infractores. Al 30 de septiembre del año pasado, la morosidad de las cuatro principales rutas urbanas de Santiago llegó a los US$312 millones.
Es más, un análisis a los Estados Financieros publicados por las cuatro autopistas urbanas que operan en la capital -Costanera Norte, Autopista Central, Vespucio Norte y Vespucio Sur- permite concluir que la morosidad de vehículos que circulan por las autopistas y no pagan su cuenta o infractores que usan esta infraestructura sin tag, sin pase diario o con el sistema de televía inhabilitado por deuda, ha crecido en promedio desde 2010 un 184%.
Al 30 de septiembre del año pasado, la Autopista Central acumuló $48.353 millones en deudas de clientes, las que si se suman a los infractores llegan a los $79.681 millones. En tanto, Costanera Norte suma deudas de clientes por $71.149 millones, Autopista Vespucio Sur $59.613 millones y Vespucio Norte unos $18.074 millones. Todas suman un total de $228.517 millones en deudas de clientes e infractores.
Esta situación se está convirtiendo en una de las principales preocupaciones de las compañías. Al 30 de septiembre de 2010 la Autopista Central acumulaba $10.772 millones en deudas de clientes, las que si se suman a los infractores llegaban a los $30.408 millones. En tanto, Costanera Norte sumaba deudas de clientes por $17.362 millones, Autopista Vespucio Sur $18.735 millones y Vespucio Norte unos $13.787 millones, todas cifras significativamente menores a las observadas hoy.
Más aún, a la luz de este problema Autopista Central realizó una provisión extraordinaria en el tercer trimestre por incobrabilidad de infractores de $16.708 millones y de $7.670 millones por incobrabilidad de clientes. Por su parte, Costanera Norte hizo una provisión por pérdidas por deterioro de cuentas de deudores comerciales de $32.474 millones y Vespucio Sur otra por $28.245 millones.
El gerente comercial de Autopista Central, Víctor Montenegro, señaló que “más de la mitad de toda la deuda (por infractores) está provisionada. Eso se refiere a que es una deuda que tiene una alta probabilidad de no ser pagada. Eso es pérdida de la concesión, es gasto. Por eso este tema nos preocupa tanto, porque el problema es que se facturan o generan ingresos infractores por un monto que en este año va en $16.700 millones (provisión), sin embargo más del 60% de esos ingresos no los vamos a recuperar nunca. Es muy preocupante”.
“Hoy nosotros facturamos 100 a clientes infractores y del orden de 65% de estos 100 no lo vamos a recuperar nunca. Hace cuatro años de cada 100 que facturábamos más o menos 48% tampoco lo recuperábamos y hace siete años este número era 35%. Es muy preocupante que el comportamiento de pago se ha ido deteriorando progresivamente”, agregó.
El número de infractores también ha ido aumentando con el tiempo. Según acusan desde las concesionarias se ha evidenciado un incremento en el número de usuarios que ingresan año a año al registro de infractores del Servicio de Registro Civil e Identificación.
“Si la morosidad crece, va a ser cada vez más difícil tener sistemas de free flow en las rutas interurbanas o va a tener que incorporarse en el modelo de negocio una tasa de morosidad que al final del día se va a incorporar a las tarifas y los ciudadanos que pagan van a terminar pagando por los que no pagan”, dijo el presidente de Copsa, Juan Eduardo Saldivia.
Sin embargo, dice que “a principios de los 2000, cuando se estudiaba la posibilidad de ejecutar las autopistas urbanas con sistemas de free flow y con sistema de telepeajes la gran duda era si los chilenos iban a pagar la cuenta que les iba a llegar mensualmente a sus casas, y la verdad es que ese pago está sobre el 95%, con sistemas enforcement bastante precarios para aquellos que no pagan y es una de las cosas que tenemos que corregir”.
En Autopista Central, comenta su gerente comercial, hace cinco años atrás el 2,5% de las transacciones correspondían a infractores. Hoy este porcentaje llega al 4,2%. “Pero lo que más nos preocupa es la tendencia, en cinco años se ha duplicado. Si no hacemos algo ahora, o si el marco regulatorio no cambia o el proceso en los municipios no se hace más efectivo, en pocos años más vamos a tener cifras que ya no van a ser controlables”, dijo Montenegro.
Saldivia, en tanto, insiste que para evitar el incremento de morosidad se necesita “mejorar el sistema de funcionamiento del pago del permiso de circulación para que aquellos que están en el registro de deudores con multas por TAG no puedan renovar su permiso de circulación”. “Hemos detectado varios casos en el cual hay gente no obstante estar en el registro de deudores morosos por TAG, obtienen renovación del permiso de circulación”, explicó.
Además, dijo que se le está planteando al Gobierno que los vehículos nuevos circulen sin patente, como hoy ocurre. “Por la escasa fiscalización, son muchos los vehículos que están mucho más tiempo que los ocho días sin placa patente. Además abre una ventana para que otros vehículos que debieran tener placa patente y que son utilizados generalmente para otros delitos circulen sin placa patente y para las autopistas no hay como distinguir si ese vehículo es nuevo o es antiguo”.
El flujo total vehicular desde 2010 a 2014 fue en ascenso, no obstante, el ritmo de crecimiento disminuyó desde 2012 a 2014. A septiembre de 2015, el flujo total de vehículos en autopistas interurbanas fue de 8,95% superior al periodo enero-septiembre de 2014.