El fabricante alemán de indumentaria deportiva Puma dijo que sus ganancias del segundo trimestre cayeron menos de lo que se temía, ayudadas por la venta de camisetas de selecciones que participaron en la Copa del Mundo de fútbol y por un nuevo acuerdo con el Arsenal de Inglaterra.
Puma está tratando de ganar terreno frente a rivales más grandes como Nike y Adidas, apuntando a sellar acuerdos importantes con clubes o deportistas. Con ese fin, la firma alemana derrocó a Nike como proveedor de la indumentaria del Arsenal del fútbol inglés.
Puma dijo el martes que las ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT) cayeron un 60% a 12.600 millones de euros, mientras que su utilidad neta se redujo un 76% a 4.200 millones de euros.
Las acciones de Puma, que habían caído el lunes antes de los resultados, subían un 1,84% a las 1255 GMT.
Puma lanzará su mayor campaña de marketing hasta la fecha el 7 de agosto con miras a los Juegos Olímpicos de 2016. En la campaña destacan el atleta jamaiquino Usain Bolt, el futbolista italiano Mario Balotelli y el golfista Rickie Fowler.
La firma alemana dijo que los gastos operacionales del segundo trimestre se mantuvieron prácticamente sin cambios, a pesar del alza en el gasto de marketing en torno a la Copa del Mundo, donde patrocinó a ocho selecciones.
El presidente ejecutivo de la firma, Bjorn Gulden, dijo que las ventas de los botines y de camisetas de selecciones superaron las expectativas de Puma.
Gulden aseguró además que las primeras ventas de las réplicas de las camisetas del Arsenal, que salieron al mercado en julio, habían sido buenas en todo el mundo, incluso en Estados Unidos y Asia.
"El del Arsenal fue un gran acuerdo para Puma tanto financiera como estratégicamente (...) Eso se podrá ver en las cifras de ahora en adelante", dijo Gulden durante una conferencia telefónica con medios.
Las ventas trimestrales del grupo cayeron un 5,8% a US$652,2 millones, pero subieron un 0,6% al excluir el impacto de la volatilidad monetaria.