Un rechazo transversal mostró el mundo político luego que se revelara la alteración del ranking Doing Business del Banco Mundial en su indicador para Chile, por lo que pidieron que el organismo realice una investigación y que se sancione a los responsables.
Una de las voces que criticó esta situación fue el ex candidato presidencial oficialista, Alejandro Guillier, quien, a través de su cuenta de Twitter, calificó el hecho como una traición.
"Nuestro país merece más que disculpas en un diario sobre el enorme daño que nos ha hecho el Banco Mundial. Traición a la fe pública y a perspectivas económicas de todos los chilenos es enorme, sobre todo ante la sospecha de aprovechamiento político", indicó el senador por Antofagasta.
En la Democracia Cristiana, señalaron que "el país merece una explicación detallada y una rectificación urgente de este índice". Agregaron que "nos parece de la mayor gravedad que este organismo de prestigio internacional, que con sus estudios y estadísticas, sirve de guía para los inversionistas, reconozca tan violenta, injusta y poco ética manipulación".
Por eso, el partido respaldó la iniciativa de la bancada de la Falange que pedirá una sesión especial. "Chile merece conocer la verdad".
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Desde Chile Vamos, el senador electo de Evopoli, Felipe Kast, expresó que el hecho es "muy grave. Espero que el Banco Mundial llegue hasta el fondo en su investigación, y de comprobarse estos hechos aplique duras sanciones a quienes estuvieron detrás de esta operación política. Con nuestro país no se juega!".
En el Piñerismo, por su parte, sólo el ex ministro de Hacienda, Felipe Larraín, señaló a través de su twitter que "de existir cualquier alteración o anormalidad en las cifras referentes a Chile sería una situación muy grave y repudiable".
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