Hace ya largo tiempo se viene conversando sobre el qué hacer en temas energéticos pasando de comisión en comisión y donde el avance en términos de acciones concretas no ha sido muy claro. Se han estudiado numerosos modelos de políticas públicas de distintos países transfiriéndose términos como Net Metering, Net Billing, Smart Grid o energías renovables, los cuales poseen en común no sólo su origen anglosajón, sino que ninguno fue originado en Chile.

Pero aún, detrás de cada uno de aquellos conceptos y aproximaciones, hay un sinnúmero de horas de investigación, desarrollos, prototipos y emprendimientos "duros" que impulsan a industrias relacionadas a ser proveedoras de las innovaciones. Aquello mismo arrastra la atracción del talento tanto con base científica, hasta los que diseñan esta nueva industria con criterios de sustentabilidad. Chile, al no desarrollar nada dependerá del conocimiento y tecnologías hechas fuera, por lo tanto el alcanzar nuestro desarrollo sustentable tendrá un costo más alto. Por el contrario, el costo barato es hacer poco, pero tener un buen diálogo con la comunidad, lo que sólo resuelve parte del problema, postergando hacia el futuro nuestro atraso tecnológico.

Por un lado, el paradigma es que en Chile no se hacen emprendimientos; por el otro, el pensar que lo de afuera es mejor que lo Made in Chile, mientras en el medio vamos perdiendo científicos, fondos en tratar de repatriar otros y emprendedores donde inversionistas preguntan el tamaño esperado del mercado o cuanto es el VAN más que en la potencialidad de lo emprendido.

A nivel de residuos es lo mismo. La "Responsabilidad extendida al productor" debiera fomentar la entrada de "nuevos actores" que en el papel funcionan, pero que la realidad no los acompaña. Ya no sólo se trata de capturar el residuo, sino de revalorizarlo y en donde emprendedores querrán entrar pero que se verán en riesgo porque ahora el residuo tomará valor; o sea, se convertirá en un nuevo bien de consumo. Mientras en Suecia con residuos domiciliarios se produce energía, en Wisconsin residuos industriales se transforman en fertilizantes de exportación mundial cerrando el ciclo natural.

Lamentablemente, a pesar que las fuerzas conductoras han optado por considerar a la sustentabilidad como algo serio y no sólo como un par de acciones que no generan impactos generadores de cambios, hemos dejado atrás los temas de Investigación y Desarrollo que las organizaciones han dejado de hacer y que precisamente hoy, a partir de estos desafíos, es difícil que "los resuelva el mercado". Hemos olvidado que las soluciones deberán nacer desde adentro de las organizaciones y no del outsourcing. Si no comprendemos esto, no sé cual será el precio de alcanzar la sustentabilidad, aquel que estaremos pagando a quienes hoy sí están haciendo el esfuerzo y donde ya estamos tarde.

(*) Director del Magíster en gestión de la sustentabilidad UDD