El futuro Presidente Sebastián Piñera pretende volver a la carga en materia de reformar el sistema notarial y de conservadores de bienes raíces. Así lo estableció en su programa de gobierno y posiblemente lo impulsaría ya durante este año, según se ha informado desde su equipo de trabajo.
Lo intentó en su anterior administración y no avanzó demasiado. El actual Gobierno tampoco ha hecho mucho en este ámbito y sólo optó por la polémica medida de aumentar la cantidad de cargos de notarios, para mejorar la competencia y favorecer a comunas más pobres, alejadas o pequeñas que carecen de tales entidades. En torno al sistema de notarios existe un amplio debate, que -hay que admitirlo- incluye también la idea de la existencia de un poderoso lobby.
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Un proyecto de modernización precisamente debe apuntar a disipar tales percepciones, aumentar la competencia, reducir precios de los servicios, establecer límites de edad en el cargo, exigir habilidades técnicas, reducir la eventual opacidad en las nominaciones y expandir la cobertura territorial. Por tanto, se debería fijar una serie de requisitos claros y transparentes para ser notario o conservador de bienes raíces, de modo de bajar las barreras de entrada.
Adicionalmente, el nuevo procedimiento debe hacerse cargo de la modernización que favorece la tecnología con sus mayores normas de seguridad digital. En ese punto, en particular, un buen ejemplo a seguir es lo realizado durante los últimos años por el Servicio de Registro Civil e Identificación, organismo que ha avanzado bastante en materia tecnológica.
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Todas estas medidas en el régimen registral son uno de los principales focos para elevar la productividad del país y agilizar la inversión, factores que ayudan a aumentar la expansión de la economía a largo plazo.
