Ayer se dieron a conocer los últimos resultados trimestrales de Netflix y no hay duda alguna de que la compañía está en su mejor momento: 5 millones nuevos de abonados, lo que se tradujo luego de su anuncio, en un aumento de un 13% en el valor de la acción que llegó a su récord de US$530 por título. Nada mal.
Su principal activo y gancho comercial es, sin duda, la serie House of Cards, con su personaje principal Frank Underwood, que a fines de febrero lanzó su tercera temporada y que ya anunció la cuarta. Si el 2012 la empresa tenía 28 millones de abonados, a finales de marzo de este año ya cuenta con 62,3 millones y subiendo. Un tercio proviene fuera de los EEUU y es ahí donde Netflix quiere seguir profundizando, ya que debutó a fines del año pasado en varios otros países como Alemania, Francia y Austria, y en los próximos días lo hará en Australia y Nueva Zelanda.
Si bien el modelo de negocio de realizar producciones propias le ha dado mucha credibilidad ya que fue la primera serie programada bajo streaming que ganara un Emmy en la historia, los altos costos que implican las series redunda en una baja utilidad que fue de apenas US$23,7 millones este trimestre, contrastando con el alza en facturación de un 18% de la empresa alcanzando los US$1.400 millones. ¿Vender US$1.400 millones para ganar US$23 millones? No suena a una bomba de negocio, pero claramente aún le falta mucho por crecer. Por lo mismo, parece lógico que el desarrollo de contenidos propios sea el camino a seguir.
Personalmente me encanta Netflix, ya que puedes ver series, películas, documentales y stand up shows cuando quieras en calidad HD (no así la TV abierta -yo que tengo Direct Tv no puedo ver ningún canal local en HD). Aún así, su grandes problemas siguen siendo 2: por un lado los contenidos, ya que los estrenos no están en Netflix y muchas series emblemáticas como Seinfeld, por ejemplo, tampoco. La otra gran barrera de entrada sigue siendo la velocidad de la descarga, que depende obviamente de los proveedores locales de banda ancha. Por lo mismo, Netflix decidió crear un índice de velocidad de conexiones, que en 2013 se estrenó en Estados Unidos y el año pasado se expandió a Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México. En el último ranking que fue a fines de enero, localmente VTR fue la compañía de banda ancha que ofreció la mejor experiencia con una velocidad promedio de 3.17 Mbps. Le siguió GTD/TelSur con 3.16, Claro con 2.65, Movistar con 2.05 y Entel en último lugar con 1.46 Mbps. Tiene sentido ya que la calidad del bando de ancha tiene relación con el número de usuarios, de ahí la experiencia satisfactoria en VTR. Mientras siga mejorando la experiencia Netflix, la piratería seguirá a la baja y sitios web como Cuevana o Pop Corn Time, lentamente se extinguirán. Este fenómeno ya le pasó a la música, ahora será el turno del medio audiovisual.
*Director ejecutivo ALTA Comunicación (@pablocourard).