Nicholas Haan cree que hoy la tecnología es una herramienta clave a la hora de enfrentar los grandes desafíos de la humanidad, mientras que la innovación es determinante para entregar soluciones que tengan un impacto real en la mitigación del cambio climático.

Ha trabajado en ciencia, tecnología e innovación en los últimos 25 años, teniendo foco en desastres naturales y seguridad alimentaria. Actualmente es vicepresidente de programa "Impact and Faculty Chair of Global Grand Challenges" en Singularity University, academia y aceleradora de negocios ubicada en NASA Research Park en Silicon Valley, que tiene como principal objetivo instalar en la mente de líderes y emprendedores el "chip" de la innovación y el uso de tecnologías exponenciales como herramienta de solución de los grandes retos de la humanidad. Entre el 14 y 15 de marzo, se realizará en nuestro país SingularityU Chile Summit '18, evento de formación ejecutiva que tendrá a Haan como uno de los principales speakers.

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Usted plantea que hay una serie de desafíos globales que son clave para la humanidad

-Así es. Los grandes retos globales son desafíos que nos pondrán en jaque y que tienen que ver con áreas estratégicas como el medioambiente, agua, salud, seguridad. De hecho, en Singularity hemos definido doce focos. Entre ellos se encuentra la resiliencia ante desastres. Este consiste en la reducción de riesgo, además de dar respuesta efectiva y eficiente en emergencias, que se traduce en minimizar las pérdidas humanas. Pero también se trata de la capacidad de sobreponerse en términos de infraestructura física y económica. Estas áreas tomarán mayor protagonismo en los próximos 10 a 20 años.

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¿Qué rol cumple la innovación a la hora de hacer frente a estos desafíos?

-La tecnología e innovación tendrán un rol preponderante a la hora de buscar soluciones. Además, han permitido democratizar el acceso a la información y la educación. Por ejemplo, en los avances en cambio climático o gestión de alimento, hoy se trabaja fuertemente en lo que se denomina "nueva carne", que se trata de tejidos desarrollados en laboratorio no proveniente de animales, que disminuyen sustancialmente, entre otras cosas, la carga de CO2 asociada a su consumo.

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Usted señala que la tecnología será un driver activo para las empresas, ¿en qué se traduce esto?

-El desarrollo de la energía solar es prueba de ello, un recurso abundante que no se encontraba masificado hace diez años. La tecnología nos permite tener recursos que antes eran impensados y hacerlo de una manera que genere menos daño que en el pasado.

¿Qué rol tiene la educación a la hora de hacer frente a escenarios como el que plantea el cambio climático?

-Primero, como sociedad tenemos que parar la generación de agentes contaminantes. Hoy tenemos la tecnología para hacer eso de la mano de los vehículos eléctricos, por ejemplo. Tenemos que desarrollar la capacidad de transformar la matriz energética y encaminarnos hacia una visión que incluya al medioambiente entre sus prioridades. Hoy tenemos que impulsar la reparación del daño que hemos causado como especie.

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En ese contexto, ¿que relevancia tiene que las empresas incorporen una mirada sustentable de sus negocios?

-En el área de los negocios, la mayoría de los CEO acepta la existencia del cambio climático y entiende que puede tener un impacto en el desarrollo de su negocio. Los verdaderos líderes deberían pensar en él como un riesgo que ellos pueden mitigar, pero aquellos con una visión innovadora serán capaces de concebir que el cambio climático es una oportunidad para el surgimiento de nuevos negocios. Aquellos que incorporen esta mirada verán esta oportunidad e invertirán en nuevos modelos que den respuestas eficientes a lo que el mundo necesita que es mitigar su impacto.

Uno de los desafíos más relevantes de acuerdo a lo que usted plantea es la gestión del agua y alimentos.

-Así es. El agua es uno de los recursos más abundantes, pero a la vez uno de los más críticos porque elb humano sólo consume el agua dulce. Vivimos en un planeta azul, donde los colores de los océanos prevalecen. La tecnología que permite desalar el agua de los océanos es una realidad que está presente en el mundo como ocurre con algunas mineras y se está convirtiendo en una tendencia con crecimiento exponencial. La tecnología nos permite penar en maneras muy diferentes para obtener recursos como agua.

¿Cuál es la clave para hacer frente a los desafíos globales?

-La innovación es esencial para generar un entorno próspero y mitigar los problemas que hoy aquejan a la humanidad y nos desafían. Sabemos que no resolveremos los retos globales sin innovación y que ésta está en nuestro ADN desde los orígenes del hombre.

¿Cuando piensas en el mundo en diez años quizás crees que habremos avanzado en estos desafíos?

-Por supuesto. Pienso que estaremos en una mejor situación. Hemos avanzado en el acceso a alimentos, en gestión de agua, en aprendizaje y salud. Estamos haciendo un progreso tremendo. Creo que en los próximos diez años tendremos un avance tremendo en acceso a cuidado social. También tenemos riesgos tremendos a futuro, pero personalmente creo que el escenario será mucho más favorable.