La caída de precios y los mandatos de los Gobiernos impulsarán las ventas de vehículos eléctricos a nivel mundial, lo que hará que la propiedad y gestión de infraestructura de recarga de vehículos sea un sector atractivo para la inversión.
La infraestructura de recarga en América del Norte atraerá más de US$18.600 millones para el año 2030, según un informe de Wood Mackenzie Ltd. publicado el jueves. No es solo Norteamérica la que se está beneficiando. Para el año 2030 habrá hasta 40 millones de puntos de carga en todo el mundo, ya que se prevé que los vehículos eléctricos representen alrededor del 11 por ciento de las nuevas ventas, según el informe.
"El ecosistema de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos es muy complejo, y la mayoría de los proyectos requieren alianzas sólidas entre las partes interesadas, tanto públicas como privadas, para desplegar la infraestructura necesaria", dijo Timotej Gavrilovic, analista de Greentech Media, la división de WoodMac que escribió el informe. Aunque las oportunidades serán lentas al principio, las empresas pronto verán un rápido crecimiento, señaló.
Es probable que el total mundial de vehículos eléctricos se triplique hasta los 13 millones a finales de la década, desde los 3,7 millones el año pasado, según un informe de la Agencia Internacional de Energía. Las ventas pueden aumentar un 24 por ciento al año de media hasta el 2030, y se espera que China se convierta en el mayor mercado.
Las grandes petroleras como Royal Dutch Shell Plc y BP Plc quieren traducir su éxito en el sector de la gasolina al mercado de recarga de vehículos eléctricos. Es probable que tengan que luchar contra las empresas de servicios públicos y tecnológicas para hacerse con cuota de mercado, ya que éstas también consideran la recarga de vehículos eléctricos su territorio natural.