La primera semana de septiembre. Ese es el plazo que el gobierno se autoimpuso para presentar la indicación al proyecto de adaptabilidad laboral que reduce la jornada ordinaria de 45 horas a 41 horas promedio. Todo esto estará condicionado por el avance del proyecto de sala cuna universal que sigue entrampada en la Comisión de Trabajo del Senado.
Con ese plazo en mente, el Ministerio del Trabajo, comenzó a afinar la indicación, la cual está siendo socializada con los asesores técnicos del oficialismo encabezados por el exsuperintendente de Valores y Seguros, Fernando Coloma en representación de RN; César Quiroga por la UDI; e Ignacio Briones por Evopoli.
Las reuniones con estos economistas comenzaron el lunes pasado y se han realizado por separado. La idea de estos encuentros es ir explicándoles que la puesta en marcha de este proyecto no tendrá impacto en el empleo ni en la productividad. Esto porque las principales dudas del bloque oficialista apuntan en esa dirección sobre todo considerando que el escenario económico no es positivo y por ende, una reforma como esta podría terminar afectando aún más las expectativas y el crecimiento del país.
Si bien en Trabajo no tienen considerado recibir propuestas de los expertos, sí esperan intercambiar visiones sobre la materia. De todos modos, algunos de los partidos de Chile Vamos le harán llegar al gobierno sus propias ideas que irían en el sentido de generar más políticas de flexibilidad laboral.
Fuentes del gobierno aseguran que la gradualidad de ocho años es "un intransable", ya que afirman que cualquier aceleración en la implementación podría generar impactos en el empleo y las remuneraciones. Además, precisan que se mantendrá la aplicación por igual entre pymes y grandes empresas.
Este acercamiento del Ejecutivo va en línea con la estrategia de aunar posiciones con los empresarios de grandes y pequeñas empresas. De hecho, esperan tener nuevos encuentro durante la próxima semana, ya que al ser distrital no hay sesiones en el Congreso, lo que da más tiempo para reuniones.
Desde la oposición, el exministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, puso en duda los cálculos del Ejecutivo. "En el gobierno actual, calculan que con el proyecto de 41 horas (promedio) se van a crear 300 mil empleos. No sé de dónde viene ese cálculo", afirmó ayer en el lanzamiento del Programa de Política Global de la Universidad SEK.
SNA se reúne con Monckeberg por iniciativa
Cerca de dos horas estuvieron reunidos el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) Ricardo Ariztía y el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg. En la cita, a la que también asistieron representantes de este gremio, se plantearon las principales preocupaciones que desde el gremio giran en torno a los costos laborales de la reducción de la jornada laboral tal y como se plantea hoy día.
Así, durante el encuentro, el presidente de la SNA le expresó al jefe de la cartera que "la reducción de la jornada laboral a 41 horas termina siendo perjudicial para nuestro sector, y especialmente para los trabajadores", porque "la agricultura trabaja con seres vivos y está sometida a los rigores de la naturaleza", por tanto, "contrario al espíritu de la iniciativa, en el agro podría aumentar la automatización, elevar el desempleo y fomentar la informalidad". En este sentido, y a la par de agradecer la receptividad por parte del jefe de la cartera, enfatizó que lo que realmente se requiere para no perder competitividad es la posibilidad de extender jornadas diarias en épocas o situaciones específicas".