La reforma tributaria planteada por el actual gobierno y la Ley de Pago a 30 días, son dos proyectos que llegan al tuétano de las pymes, debido a que tiene que ver con uno de sus principales dolores: el pago por parte de sus clientes, especialmente de las grandes empresas.
Ha corrido bastante agua bajo el puente y aunque este sector está optimista por los avances con respecto a la modificación sobre el pago de facturas, el último Índice de Percepción y Expectativas de las Pymes (IPEP) del "Barómetro PYMES", -que realiza mensualmente AVLA-, reveló que más de la mitad (53%) de las pequeñas y grandes empresas cree que, en la práctica, no se respetará el plazo de los 30 días.
La encuesta, que fue realizada a una base de más de 30 mil personas bajo el perfil de gerentes, directores, subgerentes y profesionales entre el 2 y el 25 de octubre; mostró además que un cuarto de las pymes no sabe absolutamente nada de la Ley de Pago a 30 días, mientras que un 43% mencionó que es una medida suficiente para mejorar el desempeño de este segmento.
"No es positivo que pese a la existencia de un proyecto que busca fijar el tope para pago a las pymes, la mayoría de estas empresas muestre desconfianza sobre el cumplimiento de dicha medida, comenta Camilo Espinosa, gerente de Estudios de AVLA, compañía de soluciones financieras para empresas", y agrega: "Hay una tarea para las autoridades, las cuales deberán implementar mecanismos de control y fiscalización que aseguren el cumplimiento".
Otra cosa que preocupa -según los resultados del IPEP- es una cierta desconfianza que existe en las pymes con respecto a las medidas gubernamentales para beneficiar a las empresas chilenas. Si bien, cerca de un tercio de las pymes cree que la actual administración está dando pasos acertados al respecto, un bajísimo 3% cree que estos cambios beneficiarán realmente a las pymes.
Al consultar en qué se beneficiaría su empresa en caso de contar con el capital de trabajo en el plazo de 30 días de emitida la factura, la mayoría respondió que la usaría para financiar sus costos fijos con un 62%, un 30% respondió que sería utilizado para financiar inversiones.
Sostenido optimismo
Como todos los meses, el IPEP mide además la percepción de las pymes con respecto a la actualidad en general.
En esta última versión, un 73% de los encuestados consideró que el país (en aspectos políticos, económicos y sociales) va por un buen camino frente al 68% observado en la encuesta de agosto 2018.
Estos datos reflejan un sostenido aumento en dicho indicador, lo que estaría reflejando un sentimiento asociado a una economía sana y con buenas expectativas. Al mismo tiempo, sólo un 18% de los consultados considera que el país va por un mal camino.
"Las pymes siguen en el rango optimista, lo cual ya es una tendencia bastante consolidada.
Eso habla de que en términos generales se percibe una economía en crecimiento, y que pese a signos de desaceleración, éstos aún no repercuten con fuerza en el ánimo.
Esto es buena noticia para toda la economía, dada la importancia de las pymes en el empleo", concluye Espinosa.
Sin embargo, un resultado que se ha venido observando en las últimas mediciones ha sido la divergencia de percepción que se genera entre "Pymes" y "Grandes Empresas".
Un 68% de los encuestados considera que la situación general de las grandes empresas es "buena" y tan solo un 2,16% considera que la situación general de las grandes empresas es "mala".
Esta cifra, en comparación con las mediciones anteriores, tiene un constante aumento. La medición anterior reflejó que un 65% considera que la situación de las "Grandes Empresas" es "buena".