La inclusión de las mujeres en los directorios de las empresas que conforman el Índice General de Precios de Acciones (Igpa), 90 en total, no muestra cambios significativos en relación a los años anteriores y sigue siendo una cifra baja.
Según un estudio de la consultora Vinculación, Comunicación y Entorno se da a conocer que sólo el 6,2% de los puestos en directorios son ocupados por mujeres, es decir de los 752 asientos, 47 son del género femenino. A esto se le suma que cinco de ellas se repiten -Claudia Bobadilla, Luz Granier, María del Pilar Lamana, María Verónica Morales y Vivianne Blanlot-, por lo que el número se reduce a 42 personas.
"Pareciera que las mujeres son invisibles cuando se piensa en quiénes pueden ocupar los cargos de primera línea y que la diversidad no es un valor que hay que cuidar. Mientras no se cambie la mirada en estos aspectos, las empresas no se harán cargo del rezago importante que tienen en este ámbito", señaló la economista Andrea Repetto.
Las cifras
De las 90 empresas, 8 tienen más de una mujer en su directorio, donde Colbún y Banco Santander lideran la lista con tres mujeres directoras. Luego son seguidas por Aguas Andinas, Paz Corp, SACI Falabella, Banmédica, Aguas Andinas e Inversiones Aguas Metropolitanas, que aportan con dos.
Sin embargo, para la directora de empresas y ex ministra Karen Poniachik, el cambio debe ser más profundo. "Cuando la autorregulación no funciona, como es el caso de la incorporación de mujeres a los directorios de las empresas chilenas, no veo otra solución que hacerlo vía regulatoria, es decir, establecer cuotas", indicó.
En el estudio también se revela que los sectores industriales con más presencia femenina en su directorio son el de utilities con 26%, retail con 13% y banca con 11%.
Otro dato relevante, es la homogeneidad en las carreras universitarias de las mujeres que pertenecen a los directorios. El 31% estudió ingeniería comercial y el 19% derecho y el 37%, realizó sus estudios superiores en la Universidad de Chile, mientras que el 29% lo hizo en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
"La diversidad va más allá del género. En general se repiten las profesiones y las universidades en las que asistieron los directores. Es importantísimo que haya diversidad conocimiento, posturas políticas, trayectoria profesional e incluso de lugares de origen, ya que muchas de las empresas chilenas tienen operaciones en regiones y generalmente los directores no provienen de ahí", recalcó Poniachik.
Asimismo, Marcela Achurra, directora de empresas, aseguró que "los directorios tienen la oportunidad de tener mesas más diversas y la inclusión de las mujeres es un primer paso. Es importante también avanzar en la incorporación de otros perfiles, por ejemplo, con distintas especializaciones u orígenes.
Y Repetto agregó que "hay barreras más bien de carácter cultural que limitan la posibilidad de que las mujeres tomen puestos de liderazgo. Una de esas barreras es la forma en la que típicamente se llenan estos cargos: a través de las redes de los directores actuales y de los altos ejecutivos de las empresas que son, por lo general, hombres".