Dos años han pasado desde que Rusia invadió el territorio ucraniano y cuatro meses desde que Hamás atacara Israel y este respondiera iniciando una ofensiva en Gaza. Dos conflictos bélicos que han concentrado la atención del mundo, pero que también han elevado las tensiones a nivel geopolítico y están empujando un incremento en los gastos de defensa de los distintos países, sobre todo en Europa.
En su Balance Militar 2024, el think thank de Inglaterra, Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS por sus siglas en inglés), uno de los más reputados en materia de defensa, señaló que el gasto a nivel global en dicha industria se incrementó 9% en 2023, “hasta alcanzar un récord de US$2,2 billones (millones de millones), impulsado, en parte, por el aumento de los presupuestos de los Estados miembros de la OTAN en respuesta a la agresión de Rusia contra Ucrania”.
El informe destacó, además, que “el aumento de las tensiones y los conflictos han remodelado el panorama industrial-defensivo global. Nuestros nuevos datos muestran cómo los países están remodelando sus equipos y planes de gasto y cómo sus vínculos regionales están cambiando de acuerdo con la realidad geopolítica”.
Si en 2023 el gasto en defensa ya creció casi 10%, para este año la inversión en este ítem no hará sino seguir expandiéndose. “Está a punto de aumentar aún más en 2024, según los compromisos de gasto ya anunciados”, consignó el informe, y agregó que “esta era de inseguridad también está restableciendo el panorama industrial y de defensa global. Estados Unidos y Europa están aumentando la producción de misiles y municiones y, si bien el progreso ha sido lento, esos esfuerzos prometen generar pronto una mayor capacidad de producción de defensa después de décadas de inversión insuficiente”.
De hecho, los miembros de la OTAN - sin EEUU- mostraron que su gasto en defensa es 32% superior al de 2014, cuando se produjo la invasión rusa en Crimea.
A su vez, las expectativas en torno al mayor gasto en defensa, está empujando los resultados de las compañías del sector. En diciembre, la clasificadora Fitch Rating dijo que para 2024 las perspectivas para las empresas aeroespaciales y de defensa serán mejores que en 2023, pues “los contratistas de defensa se verán respaldados por mayores retrasos y un mayor gasto en seguridad nacional a nivel mundial, aunque las prioridades de asignación de programas probablemente variarán según la geografía”.
Así, indicó que “el gasto en modernización del Departamento de Defensa de EE. UU. probablemente se mantendrá en torno o por encima de los elevados niveles actuales en 2024, lo que respalda las expectativas de Fitch sobre el crecimiento de los ingresos de la industria y la fortaleza de los contratistas a pesar de la incertidumbre política. La demanda no estadounidense también ha aumentado junto con los temores geopolíticos a medida que los países buscan aumentar los presupuestos y apuntalar la defensa nacional”.
Mejor desempeño bursátil en Europa
Pero a pesar del incremento en el gasto de defensa a nivel mundial, eso no necesariamente se ha traducido en un alza en los precios de las acciones de las principales compañías del área a nivel general. Hugo Osorio, director de inversiones de Portfolio Capital, explica que no todas estas empresas están viviendo un megarally, sino que son aquellas fuera de EE.UU. las que se han visto beneficiadas.
“Si se considera que el gobierno de EE.UU. va a gastar, porque tiene mayor presupuesto de defensa, existe la posibilidad de que sigan subiendo. Pero en general, si bien cotizan a un mayor precio que antes de la guerra en Ucrania, en los precios de las firmas de EE.UU. se ve que el mercado estaría proyectando que dicho país no va a profundizar su participación en los conflictos. Es algo razonable, hay elecciones en EE.UU. y estar en medio de una guerra puede poner en riesgo el precio del petróleo”, sostiene Osorio.
Así, los grandes saltos estarían en Europa. Ejemplo de ello es la alemana Rheinmetall AG (que cotiza en la bolsa de Frankfurt) que en lo que va de 2024 salta 43% en bolsa. La compañía es la mayor fabricante de municiones del Viejo Continente y recientemente anunció la construcción de una planta para la fabricación de municiones de guerra, específicamente para artillería de 155 mm. y alcance extendido, en Ucrania.
Con un alza de 31% en el año, la Sueca SAAB (que transa en Estocolmo), es otra de las firmas que se han visto beneficiadas. La empresa se especializa en el desarrollo de misiles y armas antitanque, junto con la fabricación de aviones de combate.
Igual caso es de la italiana Leonardo (Bolsa de Milán), que se empina 27% en 2024 en el mercado bursátil. Con sus oficinas centrales situadas en la ciudad de Roma -un 30% de la propiedad está en manos del Ministerio de Economía de Italia-, centra sus actividades principalmente en los sectores de la aeronáutica, fabricación de helicópteros, sistemas de defensa y drones, entre otros. La firma además participa en la fabricación del avión de combate de última tecnología Eurofighter, en conjunto con otras firmas del rubro: Airbus y la inglesa BAE Systems (+15% en 2024 en la Bolsa de Londres)
A su vez, la francesa Safran (Bolsa de París) se especializa en la fabricación de motores, sistemas de propulsión para aviones y helicópteros, sean civiles o militares, así como equipos espaciales y misiles balísticos. En el sector, es la tercera con la mayor capitalización bursátil, llegando a casi US$90 mil millones. En lo que va de 2024 su acción se empina 21%.
Entre las con mayor alza en 2024, sólo destaca una de EE.UU.: Booz Allen Hamilton Holding, compañía dedicada a prestar servicios de inteligencia y ciberseguridad. Su papel crece 15%, y su valor en bolsa llega a US$19 mil millones.
EE.UU. no se acopla
Las dos mayores empresas del sector defensa a nivel mundial, medidas por capitalización bursátil, tienen sede en EE.UU., pero su desempeño en bolsa durante este ejercicio dista del presente de sus pares europeas. Es el caso de la firma RTX Corporation, con un valor de US$120 mil millones y una subida de 7%, que está especializada en la investigación y fabricación para la industria aeroespacial y defensa, así como la producción de motores de avión, misiles, sistemas de defensa aérea y drones, entre otros.
La sigue Lockheed Martin, que en bolsa alcanza un valor de US$104 mil millones. La compañía es el mayor contratista de defensa en EE.UU. y es conocido por la fabricación de los aviones F22 y el caza de última generación F35. A diferencia de todas las empresas anteriores, su acción cae 5,3% en el año.
Cristián Araya, gerente de Estrategia de Sartor, indica que el sector defensa en EE.UU. cuenta con un presupuesto para este año superior en 3% al del ejercicio pasado, dato que “con dos focos bélicos abiertos (encapsulados) aún, y tensiones abiertas de bajo perfil en Asia, proporcionan sustento a la industria”.
Northrop Grumman es un fabricante de barcos de combate con sede también en EEUU y sus títulos descienden 1,5% en el año, mientras que General Dynamics, productora de aeronaves, carros de combate y misiles, apenas sube 5%.
De todos modos, a pesar de que en general la industria de Norteamérica no se ha visto mayormente beneficiada, los índices que siguen al sector muestran alzas, impulsados por las compañías europeas. El ETF S&P Aerospace & Defense se empina 1% en el año, pero en los últimos cinco años sube 40%; mientras que el iShares US Aerospace & Defense, que también crece 1,1% en el ejercicio, anota un alza de 21,8% a cinco años.
.