Debido al complejo escenario financiero tras el estallido social, AD Retail informó esta tarde que sus filiales ABCDin y Dijon se acogieron a Ley de Reorganización y Liquidación de Empresas e iniciaron el correspondiente Procedimiento Concursal de Reorganización de la Empresa Deudora.
A través de un hecho esencial enviado a la CMF, la firma dijo que en sesión de directorio extraordinario acordaron por la unanimidad de sus miembros que dichas sociedades se sometan voluntariamente a dicho procedimiento con el fin de materializar la reestructuración de los pasivos y activos de las empresas para que sean viables.
Adicionalmente, la compañía comunicó la salida del gerente general, Alejandro Danús a contar de esta misma fecha. En su reemplazo asumirá Gonzalo Ceballos, a partir del 30 de diciembre de este año.
"El estallido social ocurrido a mediados de octubre último tomó por sorpresa a AD Retail, en un momento en que la empresa venía desarrollando un plan para fortalecer sus resultados con una estrategia para el periodo 2019-2022 que contaba con el apoyo y compromiso de todos los accionistas y era conocido por el mercado", dijo la firma.
Cabe recordar que los números no estaban acompañando a AD Retail este año, firma que acumulaba pérdidas acumuladas por US$6,6 millones en el primer semestre.
Su panorama era complejo. De hecho, Feller Rate ya había decidido bajar la clasificación a la solvencia, líneas de bonos y efectos de comercio de la firma de retail. Esta decisión se funda en el deterioro en la generación operacional de la compañía, lo que a su vez "llevaría a un deterioro de los indicadores crediticios, por sobre el escenario base esperado por Feller Rate".
Pocos días después, la firma informó la convocatoria a una junta extraordinaria de accionistas, programada para el 3 de enero de 2020 con el objetivo de discutir un aumento de capital por $10.000 millones, equivalente a unos US$13 millones, o el monto que determine la junta.
Los últimos años no han sido fáciles para la matriz de Abcdin y Dijon y, de hecho, el retailer se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la familia Santa Cruz, ya que si se compara con sus otros negocios, este ha sido por lejos el más volátil y cíclico, exigiendo continuamente recursos adicionales de sus controladores.
Retail mediano
La crisis social detonada el 18 de octubre se ha convertido en un problema mayúsculo para el comercio, con cientos de locales vandalizados. AD Retail informó, precisamente, que ha sufrido 67 eventos de saqueos, robos e incendios en 39 tiendas.
En ese contexto, el retail de tamaño mediano es el que ha sido más afectado por la ola de violencia de la efervescencia social debido a que tienen menores espaldas financieras que, por ejemplo, Falabella y/o Cencosud, con un perfil de consumidor con ingresos más bajos.
Otro denominador común es que sus establecimientos estaban ubicados en lugares que justamente fueron asolados por las protestas y que el crédito es el puntal de su negocio.
Y todo esto se ha dado en una tormenta perfecta: sin ventas, sin locales, sin caja. En ese contexto ya hay voces que apuntan a una preparación para un escenario que podría tornarse aún más oscuro: "Disminuir el negocio financiero y/o reacomodar su calendario de amortización es parte de los lineamientos que algunos de estos retailers están siguiendo", comentan en la clasificadora ICR.
Hasta septiembre, el stock de deuda aprox. de AD Retail ascendía a los $160.000 millones; La Polar, $80.000 millones; Hites, $140.000 millones, y Tricot, de $38.002 millones.