Más entusiasmado con el proceso económico que vive Chile que con el que enfrenta Estados Unidos, llegará este jueves a Santiago Barry Eichengreen, académico de la Universidad de California, Berkeley, para participar el viernes 14 en la conferencia "Chile en Marcha: una conversación con economistas de clase mundial", organizada por Presidencia y el Ministerio de Hacienda, y que se realizará en La Moneda.

En conversación con PULSO, el economista plantea que los riesgos de recesión en Estados Unidos no son menores y obedecen, entre otras cosas, a los riesgos sembrados por la administración de Donald Trump.

El ex profesor del ministro de Hacienda Felipe Larraín, en la Universidad de Harvard, tiene una visión más optimista de nuestro país.

Destaca el repunte del crecimiento y valora la agenda de reformas del gobierno, aunque llama la atención sobre la prioridad que se le debe dar a la inversión en capital humano si se quiere alcanzar el desarrollo.

¿Cuánto crédito puede tomar Donald Trump por el buen momento de la economía de EEUU?

-Ha habido un pequeño estímulo con el recorte de impuestos de diciembre 2017 y un pequeño impulso en la inversión de las empresas por la desregulación, pero ha sido muy acotado. Me parece que el recorte de impuestos principalmente impulsó a que con los fondos adicionales se comprará acciones, en lugar de invertir más.

En tanto, la desregulación solo ha tenido un impacto en el gasto de capital de una pequeña porción de sectores, eso no ha aumentado mucho como parte del PIB.

¿Le preocupan los riesgos detrás del repunte? 

-Absolutamente. La semana pasada los mercados cayeron por la inversión de la curva del bono del Tesoro, que da señales de que puede venir algo más que una desaceleración económica en el futuro. Hay riesgo de recesión en EEUU y va a ser difícil reaccionar, porque ya cortamos impuestos, lo que aumentó el déficit.

Normalmente aplicamos estímulos fiscales en respuesta a una crisis, pero sería muy difícil hacer es ahora en Estados Unidos. Ya tenemos un alto nivel de deuda, por lo tanto, los inversionistas se preocuparían si subimos el gasto.

En segundo lugar, está todo el ruido de la política comercial de Donald Trump, donde las amenazas arancelarias minan la confianza de los negocios. Esto todavía no ha tenido un efecto negativo en la economía, pero creo que ya está llegando.

¿Esa recesión podría llegar en 2020?

-Los riesgos se van acumulando con el tiempo. No soy de la clase de economistas que puede darte probabilidades sobre este tipo de eventos, pero creo que para 2019 hay un riesgo de entre 25% y 28% de recesión en Estados Unidos y ese porcentaje será más alto para 2020.

¿En ese contexto que debería hacer la Fed?

-No hay certeza de que vaya a haber una recesión y creo que las tasas todavía están muy bajas en relación a la expansión de los negocios.

La tasa de interés real, ajustada por inflación, todavía es negativa en EEUU.

Me da la impresión de que la Fed subirá la tasa de interés tres veces más y después de eso se tomará una pausa, eso al menos es lo que están interpretando los mercados. A mí me parece apropiado y la verdad es que estoy más preocupado por la política comercial que por la monetaria.

¿Qué opciones ve en la tregua comercial con China?

-China no va a cambiar nada fundamental en 90 días. No puede cambiar sus derechos de propiedad intelectual, no puede tomar políticas que cambien significativamente el desbalance comercial entre los dos países.

Por lo tanto, en este punto hay dos opciones. La primera es que China cumpla con comprar más bienes estadounidenses, lo cual pueda ser anunciado por Donald Trump como una gran victoria, declarando el fin de la guerra comercial. Eso es lo que hizo con el Nafta.

La otra alternativa es que nada se logre durante los próximos 90 días y siga adelante la guerra comercial.

¿Cómo ve la situación económica de Chile?

-En términos del progreso de la economía, Chile lo está haciendo relativamente bien, el crecimiento ha repuntado y creo que el gobierno se está concentrando en el correcto set de problemas, incluyendo la reforma a las pensiones, mejorando el ambiente para los negocios,y  se está viendo un repunte de la inversión de las empresas.

Hay muchas cosas por hacer en términos de reformas educativas. Entiendo que está el desafío de que el Congreso y el Ejecutivo trabajen en conjunto en estas reformas. En Estados Unidos actualmente tenemos una situación interesante, donde la economía parece andar bien, pero los políticos están muy polarizados.

Mirando desde afuera, me parece que la situación de ustedes es bastante similar.

En una de sus visitas previas llamaba la atención por la falta de inversión en capital humano. ¿Persiste esa debilidad?

-La administración anterior se enfocó en la reforma educacional y es un largo proceso el capital humano. Según entiendo, Chile tiene una alta tasa de graduados de la universidad, pero no produce tantos ingenieros y técnicos. Si el país quiere avanzar seriamente hacia la alta tecnología y a la revolución digital, eso es algo que tiene que ser corregido.

¿Qué arriesga Chile si no atiende correctamente este asunto? 

-Ser una economía avanzada siempre se trata del desarrollo de capital humano y el crecimiento de la productividad. Si eres un país en desarrollo puedes depender en el sector minero de las exportaciones de commodities, pero para ser un país desarrollado tienes que invertir más en capital humano que en capital físico, eso es lo que realmente hace la diferencia.

Entiendo que el gobierno actual quiere invertir en infraestructura y en educación. Para mí la prioridad es la educación.

¿Qué opinión tiene del sistema de pensiones?

-En la práctica nosotros tenemos un sistema similar en Estados Unidos, donde las personas tienen cuentas de jubilación individuales a las que contribuyen durante sus años de trabajo, adicionalmente tenemos un sistema básico que llamamos de seguridad social y que supongo que es a lo que ustedes llaman pilar solidario.

Mucha gente piensa que en Estados Unidos tenemos solamente este sistema público, pero en la práctica nuestro sistema es muy similar al de ustedes.

En ese marco en Estados Unidos tenemos el mismo problema que ustedes tienen en Chile, mucha gente no contribuye adecuadamente a su pensión durante sus años de trabajo, por lo que cuando se retiran depende mucho del sistema solidario.

Debe haber una regulación que asegure que el dinero esté siendo invertido adecuadamente, de una manera diversa, mientras la gente contribuye a estos fondos.

Chile, Estados Unidos y otros países se están moviendo en la dirección correcta, hacia contribuciones privadas durante los años de trabajo, reduciendo a las contribuciones gubernamentales, de manera que todos aseguren que obtendrán una jubilación cuando se retiren.

Parece que las ideas detrás del sistema chileno son buenas, pero creo que hay algunos problemas que resolver, porque los chilenos no están contentos con lo que reciben cuando se retiran como resultado este sistema.