Las acciones del gigante inmobiliario chino Evergrande han llegado a registrar este lunes pérdidas del 86,7% en la Bolsa de Hong Kong tras estar suspendida por 17 meses. La caída, que se ha detenido en el 79% al cierre de la sesión bursátil, ha hecho perder a la compañía casi US$2.400 millones de su valor. Este castigo del mercado llega tras afirmar que había cumplido “adecuadamente” todas las orientaciones emitidas por el mercado para volver a cotizar.
La que un día fuera la principal empresa inmobiliaria de China se vio forzada así a retrasar las votaciones sobre su plan de reestructuración de deuda en el extranjero apenas unas horas antes de que tuvieran lugar el lunes, lo que añade incertidumbre a un proceso prolongado.
Tras la caída de este lunes, la capitalización de la compañía pasó de US$50.000 millones en 2017 a solo US$586 millones esta mañana, una pérdida de más del 98% de su valor en solo seis años.
En un comunicado enviado a las autoridades durante el pasado domingo, Evergrande declaró nuevas pérdidas por US$4.524 millones solo en el primer semestre de 2023 debido al aumento de los costos de explotación y las pérdidas relacionadas con litigios, retirada de terrenos, enajenación de participaciones y deterioro en la cotización de sus proyectos inmobiliarios.
Los datos aportados por la firma esta semana no están auditados tras la renuncia de la consultora PwC en enero pasado. Su reemplazo, Prism Hong Kong y Shangai, no emitió ninguna conclusión de los resultados del primer semestre al destacar las “múltiples incertidumbres relativas a la continuidad de la empresa”
La decisión de volver al parqué asiático, tras 17 meses sin cotizar, no fue casual. Las autoridades de Hong Kong solo permiten que una compañía se mantenga en ese estado durante 18 meses, plazo que el desarrollador inmobiliario estaba a punto de cumplir. Por su lado, la compañía ha destacado que había mejorado sus sistemas de control y procesos internos.