A poco más de siete meses desde que empezara a regir la normativa que regula el trabajo a distancia, y tras la reciente entrada en vigencia del reglamento que fija los criterios de seguridad para quienes estén bajo esta modalidad, la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) realizó una medición inicial del comportamiento de los accidentes laborales bajo esta nueva práctica.
De acuerdo con estos datos, entre marzo y septiembre de este año, se registraron 253 accidentes laborales en la modalidad de trabajo a distancia. El 67% de ellos corresponde a mujeres, mientras que los hombres representan el 33%.
Este número total se traduce en un aumento de 4.200% respecto de los 6 siniestros que bajo este concepto se registraron en el año anterior. Sin embargo, en términos del total de accidentes laborales, los que son por causa del teletrabajo representan menos del 1%; por eso, a juicio del gerente de Asuntos Corporativos de la ACHS, Juan Gabriel Fernández, estos datos deben analizarse con prudencia.
La razón detrás de la nota de cautela que pone Fernández en las cifras se explica por dos factores. El primero de ellos apunta a que la base es muy pequeña y en comparación del año anterior es muy distinta a la que se tiene hoy día, principalmente porque ahora se cuenta con una regulación y porque se está en un contexto de pandemia.
El segundo, en tanto, se refiere más bien a lo parcial de la información que entregan los números, dado que al ser un proceso relativamente nuevo y sin precedentes no se cuenta con estadísticas precisas del universo de trabajadores que se encuentra bajo la modalidad. “. Sin embargo, fruto de la ley y del reglamento, esta realidad debiera cambiar en el corto plazo, a medida que se empiezan a recopilar nuevas estadísticas”, precisa.
No obstante, Fernández cree que la inmersión hacia el trabajo remoto y todas las implicancias de la normativa que lo regula, se van a ir aterrizando poco a poco, especialmente en lo que compete al proceso de calificación de accidentes laborales. A su juicio, “se trata de un proceso de aprendizaje, donde debemos identificar y separar aquellos accidentes durante el trabajo remoto que, según define la ley, son a causa o con ocasión de este y provocan incapacidad o muerte, de aquellos que no lo son”.
A modo de ejemplo, explica que se recibieron un total de 547 atenciones médicas realizadas a trabajadores fruto de accidentes o situaciones reportadas durante el trabajo a distancia, de las cuales se pudo calificar que el 46% (253 accidentes) fueron laborales. Esto último adquiere especial relevancia si se considera que una de las principales interrogantes que se cierne sobre esta normativa legal es el cómo se determina finalmente un accidente laboral en modo teletrabajo.
Para calificar si se trató de una contingencia laboral, Fernández dice que el proceso busca identificar si efectivamente se trata de un accidente laboral, siguiendo las normas que para estos efectos ha dictado la autoridad. Esto implica revisar y evaluar el relato del accidente, las características de la lesión, las circunstancias y el lugar en que este ocurrió, y en general, la información disponible o que haya sido posible levantar durante el proceso de investigación de cada caso.
Accidentes más comunes
Con el 56% respecto del total, las caídas lideran la lista. Allí se incluyen las que fueron desde escaleras al interior del domicilio, caídas al mismo nivel producto de obstáculos en el camino, y desde la silla, bien sea por fatiga de material o por utilización inadecuada de estas.
Con el 16,4%, en orden le siguen aquellas atribuibles a movimientos bruscos. Muchos de estos accidentes se traducen en torcedura de tobillo o manos por hacer fuerzas indebidas o evitar caídas. El 11% de los accidentes, en tanto, se atribuyen a golpes con objetos. En esta categoría se incluye golpes con mesas, sillas y otros muebles de la casa.
El 5,6% de los accidentes son cortes con elementos cortantes o punzantes. El 4,6% son por quemaduras por líquidos calientes y el 3,4% restante responde a hechos poco frecuentes.
En todo caso, el 42% de los accidentes implicaron días de reposo para los trabajadores con tiempos promedios de 7 días de reposo, mientras que el 58% de los accidentados no requirió de licencia médica. P