El acoso laboral y sexual son una barrera silenciosa para el desarrollo profesional, una agresión a la dignidad de las personas, un freno a la productividad y un riesgo real de pérdida de valor para las organizaciones.
A grueso modo, el acoso laboral es el hostigamiento reiterado y el acoso sexual, los requerimientos de carácter sexual no consentido, que afectan la relación laboral o las oportunidades de empleo. En Chile no contábamos con datos sobre la incidencia de estos comportamientos en los lugares de trabajo; sólo con cifras de denuncias ante la Inspección del Trabajo.
De acuerdo a nuestra legislación laboral, el aviso se puede hacer en primer lugar en la empresa y si ella no responde o no entrega garantías de protección o confidencialidad, están las instancias de tribunales y la Inspección del Trabajo.
Así, ante esta información parcial, Icare y ChileMujeres realizaron la primera encuesta sobre acoso en los lugares de trabajo y sus resultados, no dejan de sorprender: El 53% de las empresas ha tenido casos de acoso laboral y el 37% de acoso sexual en los últimos 5 años.
Se ve que los hombres también sufren acoso sexual (en un tercio de los casos) pero las mujeres los duplican en incidencia. Y es un 30% más alto el acoso laboral contra las mujeres.
Las organizaciones muestran incoherencia -porque si bien declaran que ante un caso están dispuestas a desvincular al mejor gerente- en la práctica sólo el 58% despidió en todos los casos al culpable de acoso sexual y al 27% de los responsables de acoso laboral.
A su vez, se evidencia una necesidad en las empresas de fortalecer la prevención por tres indicadores medidos:
1º-El 77% no considera factores de riesgo en los procesos de selección de personas.
2º- Si bien la gran mayoría tiene canales de denuncia y protocolos, sólo el 45% realiza capacitaciones o talleres de prevención.
3º- El 52% de los directorios no ha exigido medidas concretas de prevención y sanción.
Tuve la oportunidad de ser invitada por el Columbia Global Center para Latam -dirigido por Karen Poniachik- a capacitarme este año en la Universidad de Columbia. Tanto el Estado de Nueva York como la universidad -líderes en este tema- se focalizan en prevención, prevención y más prevención. Ahí es donde debe estar el foco y son los directores quienes deben en primer lugar poner el riesgo del acoso para las personas y la empresa sobre la mesa del directorio.