La actividad de restaurantes y almacenes empieza a levantar cabeza, siguiendo la reactivación económica y la flexibilización de las normas sanitarias. Esto, luego de haber atravesado por un complejo escenario en los meses más duros de la pandemia.

Esa es de hecho la fotografía que captó Edenred, en un estudio realizado a partir de datos de los restaurantes que utilizan Ticket Restaurant de la Región Metropolitana, Valparaíso, Antofagasta y Biobío.

De acuerdo con la medición, en la mayoría de las zonas analizadas la menor actividad en restaurantes y pequeños almacenes se registró en abril pasado, justo cuando empezó a complicarse la situación sanitaria en el país. De hecho, con la llegada de la crisis, la Región Metropolitana llegó a contar con solo un 32,8% de actividad respecto de un mes normal.

En términos regionales, Antofagasta y Biobío anotaron cifras de actividad de 36,2% y 21,5% respectivamente, Valparaíso, en tanto, tuvo su peor momento en agosto, cuando los restaurantes y almacenes alcanzaron a operar en un 42,7% de su capacidad productiva normal.

En definitiva y tal como lo han adelantado otros indicadores y actores del comercio, la caída en la actividad se asoció principalmente al endurecimiento de las restricciones de movilidad para contener la propagación del virus. En todo caso, es algo que también confirma este estudio donde se muestra que desde el mínimo registrado en abril, y al ritmo de las decisiones sanitarias tomadas en su momento, el comportamiento de la actividad fue variando.

Por ejemplo, en la Región Metropolitana el punto de partida hacia el mejor escenario se dio a mediados del tercer trimestre (agosto), para luego tener su mejor registro en octubre con un 66,9% respecto de un mes normal. Similar situación se observó en la Región de Antofagasta, que en ese mismo mes registró un 53,4% de la actividad de restaurantes y pequeños almacenes.

Distinto fue en el Biobío donde el mejor momento se dio en agosto (40,7% respecto de un mes normal), situación que en Valparaíso se produjo en mayo (61,1%).

La Metropolitana

Según este estudio, en Vitacura (34,5%), Santiago (24,4%), La Florida (29,7%) y Ñuñoa (65,7%), la menor actividad en los restaurantes y pequeños almacenes se registró en abril.

La estadística coincide con el relato de Pamela Fidalgo, dueña del extinto restaurante Mat on the Go ubicado en Casa Costanera en Vitacura, el que según cuenta Fidalgo, tuvo que cerrar justo cuando se instalaron las fuertes restricciones, “nosotros cerramos apenas se decretó cuarentena pero no pudimos resistir más allá y quebramos. A partir de allí tuve que migrar al negocio de la comida gourmet congelada”, dice.

En las Condes, Providencia, La Reina, Huechuraba, Maipú y Estación Central la menor actividad se produjo en junio, mientras que en Puente Alto fue en julio, con 45,3%. (ver gráfico). En cuanto a la recuperación, la mayoría de las comunas analizadas tuvieron su mejor registro en octubre, salvo Vitacura, cuyo mejor mes fue en septiembre (84,5%) justo cuando en ese momento la comuna entró en la fase 3 (preparación), donde se permite la apertura de los restaurantes y cafés.

Ese mismo pulso de la situación es el que constata Bernardo Sauvalle, dueño del pub restaurante Mondo Lounge, en Tobalaba, quien cuenta que retomaron sus operaciones en octubre y que la actividad en la zona se ha ido reactivando de a poco, sobre todo en los dos últimos meses. No obstante, insistió en que un factor que les ha jugado en contra es el toque de queda.

El gerente general de Edenred, Fernando Müller, destacó la reactivación en el rubro, y sostuvo que este dato también se traduce en un indicador para medir la reactivación del trabajo a nivel de las oficinas y, por su puesto, de la compra en ellos. Hacia adelante, estima que la cantidad de restaurantes y pequeños almacenes con actividad siga elevándose para acercarse a niveles normales previos a la pandemia.