La actividad de las empresas de la zona del euro cayó a un mínimo de casi cinco años y medio en diciembre, puesto que las ya bajas expectativas se volvieron aún más pesimistas, según mostró un sondeo el viernes.
Esta noticia decepcionará a los responsables de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que concluyó el mes pasado su programa de compra de activos de 2,6 billones de euros (2,95 billones de dólares), una de las principales fuentes de estímulo para la economía del bloque.
El índice compuesto y final de gerentes de compra PMI de la zona euro elaborado por IHS Markit, considerado un buen barómetro de la salud económica del bloque, se mantuvo por encima de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción.
Sin embargo, el indicador cayó a 51,1 desde 52,7 registrado en noviembre y se situó también por debajo de la lectura provisional de 51,3, la más baja desde julio de 2013.
Las perspectivas se oscurecían por la caída del índice compuesto de producción futura PMI de 59,5 a 59,1, un mínimo de más de cuatro años.
Esto sugiere que la economía de la zona euro -que creció un 0,2 por ciento en el tercer trimestre de 2018, su menor ritmo en cuatro años- probablemente se ralentizará más este año.
"Los datos son coherentes con un aumento del PIB de la eurozona de algo menos del 0,3 por ciento en el cuarto trimestre, aunque el ímpetu del crecimiento trimestral se habría ralentizado al 0,15 por ciento en el mes de diciembre", dijo Chris Williamson, economista jefe en IHS Markit.
En una encuesta de Reuters publicada el 10 de diciembre, los economistas consultados esperaban que el crecimiento regresara a una tasa de hasta el 0,4 por ciento en el cuarto trimestre de 2018.