La actividad fabril en China se contrajo a un mínimo de tres años en febrero, ya que los pedidos para la exportación cayeron a su ritmo más acelerado desde la crisis global financiera, poniendo de relieve la profundización de las grietas en una economía que se enfrenta a una débil demanda local y externa.

El sombrío reporte reforzará probablemente la impresión de que la segunda mayor economía mundial sigue perdiendo fuerza, después de que el crecimiento se enfrió el año pasado hasta cerca de un mínimo de 30 años.

Incluso a pesar del aumento del estímulo gubernamental para animar la actividad, siguen creciendo las preocupaciones ante la posibilidad de que China pueda estar en riesgo de una desaceleración más aguda si las actuales negociaciones entre Washington y Pekín no lograr aliviar algo la presión.

El índice oficial de gerentes de compras (PMI, por su sigla en inglés) cayó a 49,2 en febrero, tras registrar un 49,5 en enero, apuntando a una contracción de la actividad por tercer mes consecutivo, según datos publicados el jueves por la Oficina Nacional de Estadísticas. El nivel de 50 puntos separa el crecimiento de la contracción sobre una base mensual.

La producción manufacturera se contrajo en febrero por vez primera desde enero de 2009, el peor momento de la crisis global. Un análisis del reporte mostró que el subíndice de producción cayó al 49,5 desde el 50,9 del mes previo.

Los fabricantes siguieron recortando empleos de forma más agresiva, una tendencia que Pekín está vigilando estrechamente, mientras evalúa más medidas de apoyo. El ritmo de los despidos fue el más elevado desde diciembre de 2015.

Los nuevos pedidos para la exportación bajaron por noveno mes seguido, a un ritmo más abrupto, en la última señal de deterioro de la demanda mundial. El subíndice cayó al 45,2 -el más reducido desde febrero de 2009- desde el 46,9 de enero.

No obstante, los pedidos nuevos totales -un indicador de actividad futura- volvieron a territorio expansivo, insinuando una cierta mejoría de la demanda a nivel doméstico. El subíndice trepó a 50,6 desde el 49,6 de enero, tras declinar por dos meses consecutivos.