Pasada la medianoche en Nueva York, quienes gustan de los videojuegos tendrán en sus manos Call of Duty: Black Ops IV, el último título de Activision Blizzard con el nuevo modo Blackout para jugadores múltiples. Los inversionistas observarán las acciones de la compañía el viernes, que según al menos un analista no tendrán internalizado el lanzamiento del juego.
"Los inversionistas están subestimando el impacto que tendrá el modo Blackout en este juego", señaló el analista de Jefferies Timothy O'Shea. Se mantiene optimista sobre los papeles de la compañía y ve su reciente venta masiva como una oportunidad para comprar acciones.
Activision desafió la caída del mercado el jueves y repuntó tras un descenso de 12% en las últimas seis jornadas.
Jefferies espera que las ventas de fin de semana de lanzamiento alcancen los 10 millones de unidades, con la posibilidad de añadir otros 5 millones. La cifra se compara con las estimaciones del año pasado antes del lanzamiento de WW2, que se acercaron a los 7 millones. Se espera que haya más de 600.000 espectadores simultáneos en Twitch, el modo Blackout presentará también oportunidades de monetización dentro el juego para Activision e ingresos adicionales pensando en el cuarto trimestre, detalló O'Shea.
"Esperamos que Blackout tenga la mayor concurrencia de todos los modos de Call of Duty en este ciclo. A largo plazo, esperamos que Blackout se convierta en su propio servicio en vivo, creado con su propio equipo de desarrollo único que lo respalde", comentó el analista de Keybanc Evan Wingren en una nota de investigación del 9 de octubre. Califica a la compañía de sobreponderada.
Conforme Activision espera con ansias los ingresos que su último lanzamiento y la próxima temporada de vacaciones traerán, el mercado de juegos móviles presenta una amenaza y una oportunidad. La compañía ya se asoció con Tencent para llevar una versión móvil de Call of Duty a China. "No hay razones que les impidan construir un negocio móvil multimillonario", sentenció O'Shea.