Adam Cohen, presidente de la entidad que ganó la licitación de Corfo: “Nuestra meta es generar entre 25 a 50 nuevas empresas en 10 años”
Consorcio descarta que el trabajo del Instituto de Tecnologías Limpias será solo “académico” y dice que estará enfocado en desarrollo productivo. Afirma que su modelo es abierto, por lo que las Ues que quedaron fuera podrán ser parte de proyectos.
Con el foco en poner en funcionamiento pronto el Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) está la Associated Universities, Inc. (AUI), entidad que ganó la licitación de Corfo que está siendo cuestionada por otro de los consorcios que estaba en competencia. En esta entrevista, el presidente de AUI, Adam Cohen, habla por primera vez sobre el tema y señala que su propuesta es beneficiosa para el país y también para quienes no ganaron, ya que será una plataforma de desarrollo abierta, tal como lo hacen con el observatorio ALMA, el cual también es administrado por AUI.
¿Están al tanto de la controversia generada por la licitación?
-AUI está muy emocionada de que Corfo nos haya elegido para establecer este instituto. Estamos muy entusiasmados de comenzar e interactuar con las universidades en Chile para hacer de esto un gran éxito. La macrozona norte de Chile es una tremenda oportunidad para tener un instituto que realmente se enfoque en increíblemente importantes áreas clave para enfrentar el cambio climático y reducir emisiones de la minería, pero también para mejorar las energías renovables y desarrollar materiales avanzados. Así, podremos ver productos reales y productos mejorados que saldrán del norte de Chile, basados en productos mineros, como el litio y el cobre.
¿Cuál es el objetivo principal?
-AUI es una institución sin fines de lucro fundada en 1946 para establecer y manejar organizaciones de investigación y desarrollo, y vemos el ITL consistente con nuestra filosofía y visión como corporación de hacer avances posibles. En este caso vemos nuestro rol es establecer el instituto para permitir el acceso a él de una manera amplia a través de muchas disciplinas y muchas instituciones en Chile, incluyendo la industria y la academia y haciendo la conexión lo más fluida posible, para que investigadores e innovaciones y tecnologías puedan ser aplicadas en el instituto y usar la infraestructura que planeamos construir y comercializarla y desplegarla en las industrias en el norte de Chile. Ese es nuestro objetivo, establecer y manejar la plataforma, tanto físicamente el instituto como las conexiones y colaboraciones.
¿El instituto va a estar abierto a otras organizaciones y empresas?
-Correcto, de hecho siempre fue la idea de AUI, manejar una plataforma de acceso abierto.
¿Entonces no será un instituto solo de “papers académicos”, cómo indican algunos críticos?
-Sí, además de estar abierto a instituciones en el país, va a estar abierto a instituciones de forma más amplia, a organizaciones internacionales. Pero la idea es que estas tendrán que venir a Chile, a este instituto, con la idea que los resultados sean en beneficio de la macrozona norte. Si se ve el desarrollo de investigación, demostraciones y, eventualmente, despliegue, el foco del instituto es desde desarrollo, donde se tiene, digamos, un prototipo en un laboratorio hasta que esté listo para ser desplegado. No está en la investigación temprana, sino que en cosas que pueden ser desarrolladas y lanzadas, digamos en un período de tres años, en términos gruesos.
¿Tienes algunos objetivos específicos para los próximos años?
-En 10 años esperamos ver que este instituto sea autosustentable, es decir, que siga llegando inversión desde industrias y asociados, para que el instituto continúe haciendo el trabajo de desarrollo que necesita hacer. Quizás al inicio se hará mucho trabajo con el litio y la minería del cobre, pero en algún momento se continuará haciendo desarrollos en manufactura de litio refinado, celdas de batería, eventualmente baterías y bienes finales. Hay muchos desarrollos. Entonces el objetivo principal es hacer de este instituto autosostenible. El segundo, establecer y ayudar a manejar una incubadora o un ecosistema, donde emprendedores puedan comenzar a crear empresas en el norte. Nuestra meta es generar 25 a 50 nuevas empresas en los próximos 10 años. También nos gustaría bajar emisiones, pero tenemos un poder limitado para hacer eso, lo que podemos hacer es desarrollar tecnología que pueda lograr eso y la idea es bajar a cero las emisiones de la minería a nivel global para 2050. La única forma de hacerlo en la minería es comenzar a trabajar ahora en la tecnología.
¿Cuál creen ustedes que fue la parte más atractiva de su propuesta?
-Vamos a tener una presentación de Corfo, en la cual nos informarán sobre la propuesta. Lo que intentamos hacer en nuestra historia, y en esta propuesta, es que no queremos ser la organización que desarrolle las tecnologías. Realmente queremos manejar el sistema que construya las locaciones que haga el acceso disponible de forma amplia a universidades, a empresas, a cualquiera. Queremos ser abiertos y basados en méritos. Que sea abierto a cualquiera que consideremos que tienen méritos y aumentar sus posibilidades de tener éxito.
¿Fue una sorpresa para ustedes la polémica generada tras la licitación?
-Lo que puedo decir es que estamos muy entusiasmados con nuestra propuesta, creemos que va a beneficiar a todos los otros equipos que participaron en la licitación, no solo a las universidades, sino que también a las industrias. Creemos que si somos exitosos en lo que queremos lograr, y estamos convencidos de que lo seremos, será de tremendo beneficio para todo el ecosistema: los investigadores, gente de tecnologías, ingenieros, empresas grandes y chicas, etc. Un ejemplo de eso es la instalación ALMA que nosotros manejamos en Atacama, en sociedad con ESO y el equipo japonés. Nuestra porción es abierta a otros investigadores en todo el mundo.
¿Están preocupados respecto a que esta polémica puede echar atrás la licitación?
-No tenemos fines de lucro, nos enfocamos en investigación y desarrollo para el beneficio de la humanidad, y nuestro objetivo principal es que un instituto como este se concrete, para que podamos reducir emisiones de minería y tener todos los otros beneficios de los desarrollos en otras industrias. Creemos que nuestro modelo es el mejor para lograrlo, pero ciertamente estamos abiertos a colaborar con otros equipos, porque tenemos que mantener la visión sobre lo que el instituto puede hacer para el beneficio de Chile.
¿Pero están preocupados?
-Mi foco tiene que estar puesto en el corto plazo, comenzando el proceso para instalar el instituto. Corfo ya comenzó el proceso, ya nos envió la documentación, así que tenemos muchas cosas en qué enfocarnos ahora. Porque para hacer lo que queremos hacer debemos comenzar inmediatamente.
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