Adidas puede declararse vencedor ante su archirrival Nike en la próxima Copa del Mundo de fútbol, incluso antes de que comience el primer partido, ya que vestirá a la mayor cantidad de selecciones que participarán del evento.
Sin embargo, la marca alemana de ropa deportiva, que también es patrocinador oficial del torneo, espera solo un limitado impacto financiero, en parte porque la Copa del Mundo de este año tendrá lugar en Rusia, donde la economía está estancada.
"La Copa del Mundo en Rusia tiene menores oportunidades financieras que el evento disputado hace cuatro años en Brasil", dijo el presidente ejecutivo de Adidas, Kasper Rorsted, a principios de este mes.
Desde el último Mundial en 2014, Adidas ha aumentado sus ventas rápidamente en otras áreas además del fútbol, al aprovechar el auge en la demanda de algunos de sus modelos de zapatillas para superar a Nike particularmente en el mercado estadounidense.
Sin embargo, el fútbol sigue siendo importante para la marca alemana, que ha confeccionado la pelota del Mundial desde 1970 y tiene un acuerdo para patrocinar el torneo hasta 2030.
Adidas también anunció la semana pasada que extenderá su asociación con la Liga de Campeones de Europa hasta 2021.
Después de que Nike lideró por primera vez la entrega de indumentaria a los equipos del Mundial en Brasil 2014, Adidas vestirá este año en Rusia a 12 de las 32 selecciones participantes, entre ellas las favoritas Alemania y España, además del local Rusia.
Nike, que se comenzó a involucrar en el mercado futbolístico desde que el Mundial se jugó en Estados Unidos en 1994, suministrará este año camisetas a 10 países, incluidos Brasil, Francia e Inglaterra.
La marca alemana Puma está en un distante tercer lugar, al patrocinar a solo cuatro equipos de la competencia, en comparación con los ocho que equipó en 2014. La empresa se vio mermada por el fracaso de Italia, la mejor selección de las que auspicia, para clasificar al Mundial de Rusia.