Las ventas netas del fabricante alemán de ropa y calzado deportivo Adidas alcanzaron en 2022 una suma de 22.511 millones de euros, un 6% más que en 2021, después de aumentar su facturación en todos sus mercados, salvo China.
En concreto, los ingresos de Adidas en el ejercicio crecieron un 10,2% en Europa, Oriente Próximo y África (EMEA), hasta 8.550 millones, mientras que en Norteamérica aumentaron un 25,3%, hasta 6.398 millones, en Latinoamérica crecieron un 45,9%, hasta 2.110 millones, y en Asia Pacífico un 2,8%, hasta 2.241 millones.
Sin embargo, las ventas de Adidas en el mercado chino en 2022 registraron una bajada anual del 30,9%, hasta 3.179 millones de euros.
Entre octubre y diciembre, la compañía alemana registró pérdidas de 512 millones de euros en contraste con el beneficio neto atribuido de 202 millones del cuarto trimestre de 2021, mientras que los ingresos sumaron 5.205 millones, un 1,3% más.
Asimismo, los consejos ejecutivo y de supervisión de Adidas recomendarán en la junta general del próximo 11 de mayo el reparto de un dividendo de 0,70 euros por acción, frente a los 3,30 euros distribuidos el ejercicio anterior.
De cara al ejercicio en curso, Adidas espera que los ingresos disminuyan alrededor de un 9%, sin tener en cuenta el tipo de cambio, como consecuencia de los retos macroeconómicos y las tensiones geopolíticas, con riesgos elevados de recesión en Europa y América del Norte, así como por la incertidumbre en torno a la recuperación de China.
Asimismo, la multinacional prevé que la evolución de sus ingresos se verá también afectada por las iniciativas para reducir los altos niveles de inventario, incluyendo las opciones futuras para su inventario de Yeezy.
“2023 será un año de transición para construir la base para 2024 y 2025″, dijo Bjorn Gulden, consejero delegado de Adidas. “Necesitamos reducir los inventarios y bajar los descuentos. Luego, podemos comenzar a construir un negocio rentable nuevamente en 2024″, afirmó.
Por otro lado, Adidas ha confirmado que si no reutilizara ninguno de los productos ‘Yeezy’ existentes, cancelando el inventario existente, tendría un impacto adverso de 500 millones en las ganancias operativas de 2023 a las que sumaría costes extraordinarios de hasta 200 millones en relación con su revisión estratégica, lo que daría como resultado una pérdida operativa de 700 millones.