Adiós a las "sandías caladas"
LA venta de Cornershop a Walmart lo hace aún más evidente: el orden de los negocios está cambiando acelerada e inesperadamente. Es cosa de ver a estos emprendedores en los medios, mirar las fotos y leer sus opiniones sobre el riesgo, la importancia de los equipos, la transgresión a los temas "complejos", el no hacerle el quite a nada. Las empresas deben crecer, ser rentables. Pero hoy es mucho más que eso: tener pasión real por el cliente y conexión con los públicos de interés (proveedores, comunidad y sin duda los colaboradores); poner foco en el modelo de negocio y sus potencialidades; tener la capacidad de tomar lo que pasa en el entorno y transformarlo en una oportunidad competitiva.
El revuelo causado por esta operación y sus reflexiones correspondientes vienen justo cuando estamos cerrando una cuarta versión del Índice de Funcionamiento de Directorios en Chile, que hacemos con la Universidad Adolfo Ibáñez. Es imposible no cruzar las dos realidades: la que hoy están viviendo quienes lideran estos órganos en las empresas, y la que están viendo los emprendedores tipo Cornershop. Es desafiante.
Los Cornershop dicen que uno de los rasgos culturales que afecta el desarrollo de startups como ésta es "el conservadurismo", las "sandías caladas" en el medio chileno en general.
Las "sandías caladas" dan certezas. Y lo que menos hay hoy en el mundo de los negocios es justamente eso. Probablemente esto es lo mismo que están viendo los directores que respondieron nuestro estudio, porque esta sensación de incertidumbre los lleva a reconocer que la velocidad del cambio los tiene perplejos.
Este año, el índice de los directorios siguió en terreno deficiente, principalmente porque los encuestados afirman que el funcionamiento de la mesa no está aún a la altura de lo que viene: revolución digital, nuevas exigencias regulatorias, desafíos reputacionales. Por lo mismo, ellos ven que el valor del directorio es cada vez más bajo. Fuerte autoevaluación, de una franqueza y valentía que eran impensadas hace cuatro años, cuando iniciamos este estudio.
Para que las compañías puedan aprovechar los cambios y no ser golpeadas por ellos, es clave que el directorio esté "en la cresta de la ola"; ellos son los que tienen la más alta misión estratégica, ellos son los capitanes de barco en medio de esta tremenda "ola". Pero lo que vemos es que casi la mitad de los directores consultados reconoce que en su empresa aún no están listos para la revolución 4,0. Un número que impacta es que un tercio de los directores cree que rara vez su mesa está dispuesta a salir de la zona de confort y hacer las cosas de manera diferente.
"Hoy estamos armando uno de los mejores equipos de software de América Latina, esa sigue siendo nuestra visión y nuestra meta", decían los fundadores de Cornershop en este mismo medio hace unos días, agregando: "Tenemos acá un equipo brillante, con ingenieros de muchos países (…) Estamos tratando de armar un equipo con la idea de armar software desde Chile para el mundo".
¿Qué hacen realmente estos emprendedores? ¿Venden un servicio? ¿O definitivamente nos están empujando a ver lo que en verdad es esencial de los negocios? Foco, personas, digitalización. Claramente, el tiempo de las "sandías caladas" se agotó.
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