La agencia internacional Standard & Poor’s (S&P) anunció que ratificó la clasificación de riesgo de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) en BB+, consignando de todas formas una importante mejora de su perfil financiero a través del cambio de su perspectiva desde estable a positivo.
Según un comunicado de Enap, para la clasificadora de riesgo este cambio es un reflejo de las mejoras en sus resultados financieros evidenciados por ENAP en 2022, donde se indicó el mayor EBITDA de los últimos diez años y el menor endeudamiento en el mismo período. Esto además de la evaluación que la clasificadora tiene del respaldo que la compañía tiene de parte del gobierno, al ser una empresa estatal, lo que le permite enfrentar escenarios de crisis o estrés de mejor manera, lo cual clasifica en un nivel “Muy Alto”.
La clasificadora además destacó las expectativas sobre las métricas crediticias de Enap, ya que estas “se mantendrán sólidas en los próximos 12 meses, principalmente gracias a los robustos precios del petróleo, lo que debería resultar en una relación deuda a EBITDA consistentemente por debajo de 5x”. Lo anterior podría permitir un progreso en la clasificación actual, si se mantienen los resultados financieros que se han estado reportando hasta la fecha.
La mejora constante del desempeño financiero en los dos últimos años de la empresa fue otro de los argumentos principales para plantear las perspectivas de la clasificación de Enap.
Según la clasificadora, lo anterior se atribuye a “su mandato de ser lo más autosostenible permisible; la disciplina financiera y la política de contención de costos, incluida la reducción de la plantilla laboral en aproximadamente un 12%; una gestión más disciplinada y efectiva después de la aprobación de la Ley de Gobierno Corporativo en 2017; un enfoque de adquisición de petróleo que incorpora un espectro más amplio de potenciales países proveedores de petróleo; y altos precios del petróleo y márgenes de refinación, particularmente en 2021 y 2022″.
Además, dice S&P, el resultado específico de EBITDA 2022, fue el más alto de los últimos diez años (US$1,3 billones). Este equivale en una razón de deuda neta a EBITDA por debajo de 3,5x, el más bajo de los últimos diez años.