Los argentinos acudirán el domingo a las urnas para elegir entre tres candidatos con serias chances de ganar la presidencia, en unos comicios teñidos por la desesperación de la población por una larga crisis inflacionaria y que podrían definirse en un balotaje.

La inflación del 138% anual no solo empujó a la pobreza al 40% de los argentinos, sino que también impulsó la candidatura del ultraliberal Javier Milei, un “outsider” de la política que se convirtió en favorito luego de imponerse en las primarias de agosto con la promesa de eliminar el banco central, privatizar empresas públicas y dolarizar la economía.

Según sondeos recientes, el ministro de Economía Sergio Massa, un peronista de centro que hace un año lidia con la profunda crisis, podría alcanzar un eventual balotaje contra Milei, aunque la exministra conservadora Patricia Bullrich también cuenta con altas probabilidades.

”Podemos estar en la puerta de un fin de ciclo histórico y el inicio de otro, en el sentido de que las dos coaliciones principales pueden quedar fuera del poder a partir de la llegada de una fuerza nueva liderada por un ‘outsider’”, explicó a Reuters el analista político Carlos Fara.

El futuro presidente se encontrará con un desolador panorama financiero: la escasez de divisas ha dejado prácticamente vacías las arcas del banco central y el país mantiene hace años una deuda de US$44.000 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En medio de la prolongada crisis, la propuesta de Milei de dolarizar la economía ha profundizado las turbulencias financieras en el país en las últimas semanas, que podrían volver a impactar sobre el peso doméstico tras los comicios.

Agobiados por la inflación los argentinos elegirán a su próximo presidente este domingo

”A mí no me interesa la política pero Milei es un borrón y cuenta nueva. Podrá estar loco, pero por lo menos dice lo que piensa. Argentina necesita un presidente sincero, hace años vivimos en la incertidumbre”, afirmó Sebastián Pizzo, un empleado gastronómico de 33 años.

De acuerdo con la mayoría de las encuestas, la competencia electoral se definiría en un balotaje el 19 de noviembre, ya que ningún postulante parece arrastrar suficientes votos como para lograr la presidencia directamente en la primera rueda.

Para evitar el balotaje, el ganador de las elecciones debe obtener más del 45% de los votos o del 40% y una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo.

”Soy jubilada y tengo nietos e hijos en la universidad pública. Massa (que encabeza la coalición de centroizquierda Unión por la Patria) es el único que defiende los valores del pueblo argentino, no entiendo como está en duda”, dijo Adriana Schedfin, una jubilada de 63 años.

Otro punto a tener en cuenta el domingo será lo que suceda con el Congreso, donde se prevé que ninguna fuerza contará con mayoría en ninguna de las dos cámaras, lo que obligará al próximo presidente a un permanente ejercicio de negociación.

Si Milei -líder del partido La Libertad Avanza- ganara la presidencia, la situación se vería exacerbada al contar con muy pocos representantes en el Parlamento.

Voy a votar a Patricia (Bullrich, candidata de la alianza Juntos por el Cambio). La gente la está cuestionando mucho, pero yo confío en su equipo. Yo creo que todavía hay chances de que sea la próxima presidenta”, destacó Patricia, una jubilada de 63 años.

La votación comenzará a las 08:00 horas del domingo (1100 GMT) y los primeros resultados del escrutinio se aguardan a las 21:00 horas (24:00 GMT).