Este miércoles se llevó a cabo la Junta de Accionistas de Aguas Andinas, donde se abordaron las inversiones desplegadas durante el año pasado, y se destacaron los resultados financieros obtenidos en 2022, donde hubo una caída en las ganancias, pero un alza de los ingresos. La compañía indicó que el EBITDA aumentó 10,6% y mantuvo el endeudamiento alineado con los objetivos de la compañía. Esta instancia fue además la última de Marta Colet como gerenta general.
En la instancia también se destacó la colocación de un bono internacional, verde y social en el mercado asiático, siendo el segundo emisor corporativo chileno en conseguirlo. Se aprobó también la distribución de utilidades generadas en 2022, las que ascendieron a $ 85.248.733.647. Ello, se traduce en el pago de $ 8,21196 por acción.
Los principales ejecutivos de la empresa recalcaron la importancia de continuar con un robusto plan de inversiones para hacer frente a los efectos del cambio climático como la profunda escasez hídrica y la megasequía que afecta al país hace más de una década. Dentro de este plan, la empresa ve oportunidades para sumar nuevas fuentes para disminuir la dependencia del agua superficial, contar con mayor redundancia en la infraestructura y aumentar la resiliencia del sistema para continuar entregando un suministro seguro a la ciudad.
“En los últimos cinco años, hemos invertido cerca de US$250 millones para hacer frente al cambio climático y sus impactos, y tenemos previsto invertir cerca de US$350 millones en proyectos para los próximos cinco años. Ello, porque estamos comprometidos con seguir reforzando a Santiago en materia hídrica y seremos los impulsores más entusiastas para que la ciudad esté mejor preparada ante las adversidades provocadas por la naturaleza”, dijo en un comunicado el presidente del directorio de la compañía, Felipe Larraín.
Se hizo demás hincapié en las inauguraciones de dos obras relevantes para reforzar el suministro: los Pozos de Cerro Negro-Lo Mena y la ampliación y modernización de la nueva planta de producción de agua potable Padre Hurtado. La primera permitió alcanzar las 37 horas de autonomía hídrica en la ciudad y reforzar el abastecimiento en el sector sur de Santiago. La segunda fortaleció el abastecimiento de la zona oriente, la más golpeada por la escasez hídrica. Además, se destacaron proyectos que se mantienen en construcción como el nuevo estanque Bicentenario, y otros en proceso de estudio como la conexión Manzano-Toma Independiente y el proyecto de retorno Maipo.
En ese contexto, también se remarcó la incorporación de Aguas Andinas al Grupo Veolia, líder mundial en materia ambiental y transformación ecológica.
La salida de Marta Colet
Por otro lado, Marta Colet, vivió su última junta de accionistas como gerenta general de la empresa, tras estar casi 4 años en el cargo.
“Me ha tocado vivir cuatro años muy intensos y desafiantes. Estamos convencidos de que todos tenemos un rol frente a la crisis climática y creemos que la alianza público-privada es la respuesta más eficiente y concreta a los actuales desafíos que nos demanda. Por eso, hemos trabajado desde la gestión hasta sumar más infraestructura esencial, lo que nos ha permitido aportar más resiliencia y seguridad hídrica a la ciudad y sus habitantes, aún en condiciones tan adversas. Ese es nuestro compromiso”, sostuvo Colet.
Felipe Larraín, por su parte señaló que “no quisiera dejar pasar esta oportunidad para agradecer la dedicación, profesionalismo y compromiso de Marta en estos cuatro años que lideró la compañía en medio de una profunda crisis climática y que se mezcló con la nueva realidad social de nuestro país y la pandemia de Covid-19. En este escenario, el suministro de la ciudad no experimentó alteraciones y siguió fluyendo desde la llave”, expresó Felipe Larraín.
A partir del 2 de mayo, Daniel Tugues, actual subgerente general de Aguas Andinas asumirá el cargo en reemplazo de Marta Colet, quien emprenderá nuevos desafíos dentro del Grupo Veolia en España.