Air France planea ofrecer incentivos a alrededor de 8.300 trabajadores para que abandonen la aerolínea, en un intento por reducir los costos sin provocar una reacción política después de recibir un rescate estatal masivo, dijeron personas familiarizadas con la propuesta.
La unidad Air France-KLM buscará la salida voluntaria de alrededor de 300 pilotos, 2.000 tripulantes de cabina y 6.000 trabajadores en tierra, según la gente, que pidió no ser identificada porque los planes no son públicos.
Los recortes podrían afectar a 17% del personal, aunque eso puede cambiar después de las conversaciones sindicales y administrativas, dijeron.
Una portavoz de la compañía con sede en París declinó hacer comentarios.
La segunda aerolínea más grande de Europa se está preparando para presentar el plan en las próximas semanas como parte de una revisión estratégica ordenada por el director ejecutivo, Ben Smith. Los recortes se sumarán a los miles de empleos que se eliminarán en el sector en Europa. British Airways creó una tormenta política por sus medidas para eliminar 12.000 empleos, mientras que Deutsche Lufthansa AG podría tener un excedente de personal de 22.000 personas debido a la reducción de sus operaciones.
Air France-KLM está tratando de prescindir de los trabajadores después de recibir un rescate de 7.000 millones de euros (US$7.900 millones) del Gobierno francés, incluidos préstamos directos y fondos comerciales respaldados por el Estado. Según los términos del rescate, el negocio francés, que emplea a 46.000 personas, acordó un recorte de 40% en la capacidad doméstica para fines del próximo año y una reducción de las emisiones de carbono.
Al mismo tiempo, Smith está bajo presión para evitar despidos forzados, debido a que el ministro de Transporte, Jean-Baptiste Djebbari, dijo el miércoles que se puede lograr la renovación interna “sin un daño social” y debe incluir salidas voluntarias.
KLM, propiedad de la aerolínea, está en conversaciones sobre un rescate holandés de hasta 4.000 millones de euros y ya ha puesto en marcha un plan voluntario de salida, dijo Smith el mes pasado. Indicó entonces que se estaba discutiendo un “proyecto similar” en Air France y también alentaría al personal a trasladarse a París desde las provincias.
Aun así, la división francesa perdió 200 millones de euros en 2019 y Smith advirtió que un esquema de salidas voluntarias podrían no ser suficientes para cambiar una marca que, según él, necesita una “revisión acelerada” para cumplir objetivos medioambientales más estrictos y alcanzar el punto de equilibrio el próximo año.