Alejandro Ferreiro y retiro de 10%: ”Aunque el ambiente está muy caldeado, hay posibilidad de salir jugando”
El exsuperintendente de Pensiones plantea que “todos debieran arremangarse las mangas para llegar pronto a un acuerdo”. Y previene: “En caso contrario, crecerá la tentación de seguir metiendo mano a los fondos previsionales”.
A diferencia de algunas voces que anticipan un estruendo en el mercado de capitales si se aprueba el retiro del 10% de los fondos previsionales, Alejandro Ferreiro cree que el impacto será transitorio y no tan grave. Pero no por ello el exsuperintendente de Valores y Seguros y de Pensiones, está de acuerdo con el proyecto que califica de impresentable y regresivo.
Si se concreta el retiro, ¿cuánto afectará el mercado de capitales?
-El sistema debiera ser capaz de absorber la necesidad de liquidar instrumentos para pagar los retiros sin que ello genere grandes oscilaciones en precios de instrumentos financieros ni en el valor cuota de los fondos. Por cierto, eso dependerá del volumen de recursos involucrados y de las estrategias que adopten las AFP para líquidar sus inversiones. Importa mucho como salga finalmente el proyecto.
¿Qué estrategia deberían adoptar las AFP para no impactar tanto el mercado de capitales?
-Mi pronóstico es que las AFP preferirán liquidar papeles en el extranjero, que por tratarse de mercados más grandes y líquidos, las ventas no mueven la aguja de los precios. En tal caso, el eventual impacto se dará en el tipo de cambio, cuando traigan los dólares para cambiarlos por pesos y pagar los retiros. Circunstancialmente el dólar va a caer algo, pero me imagino que muchos verán en la oferta de dólares una oportunidad de compra, especialmente si el mercado lee que el retiro de los fondos es una mala política y un daño al perfil de riesgo del país. En tal caso, los que busquen refugio en el dólar neutralizarán rápidamente el efecto sobre el tipo de cambio.
Analistas y el Banco Central han señalado que la venta masiva subirá las tasas de interés. ¿Por qué lo no cree así?
-El impacto en tasas locales será proporcional a la liquidación de papeles de renta fija en el mercado local. No imagino que esa sea la primera opción de las AFP. Por otro lado, las AFP mantienen caja, depósitos a plazo, y recaudan cotizaciones todos los meses. Tienen varias opciones que les ayudarían a mitigar impacto. De alguna manera han aprendido a lidiar con situaciones similares cuando se suscitan masivos cambios de fondos a consecuencia de los llamados de algunos “asesores” financieros.
Respecto del proyecto, ¿cómo ve la discusión en el Senado?
-Hay dos caminos. Se rechaza y se busca resucitar el proyecto de clase media con la combinación de bonos y créditos que planteó el gobierno, lo cual sería, a mi juicio, una mejor solución. Pero si no hay esa voluntad, claramente hay un espacio y necesidad de corregir las condiciones del retiro.
¿Qué correcciones deberían efectuarse?
-Hay varias maneras. Lo primero y más obvio es lo tributario. No veo razón alguna para que el retiro no sea declarado renta. La gente que lo está pasando mal, que no tiene ingresos este año, no pagará impuesto a la renta. Por el contrario, quien no ha sufrido caída de ingresos no debiera retirar los fondos, pero probablemente lo hará si la reforma le hace un ofertón. Que a personas de altos ingresos le regalen un 40% del retiro al no cobrarle impuestos me parece inexplicable, impresentable y manifiestamente regresivo. Además, la exención tributaria le resta recursos al fisco en tiempos en que los necesitará y mucho. Sorprende que la mayoría de la Cámara no lo haya entendido así.
¿Qué otro punto modificaría?
-Una segunda corrección es mitigar el daño previsional. Duele que se vista un santo desvistiendo otro. Duele que después de tanto debatir cómo mejorar pensiones, en vez de avanzar retrocedamos. Hay fórmulas que pueden combinar adecuadamente el alivio financiero que supone el retiro de fondos con la intangibilidad de las pensiones futuras, como la idea del autopréstamo y la postergación proporcional de la edad de jubilar. Así, quien retire los fondos evaluará costos y beneficios: si saca su 10%, debiera intentar reponerlo en el resto de su vida como cotizante, y si no, la edad de jubilar podría ajustarse automáticamente de modo que la pensión no caiga.
¿Cree que haya alguna posibilidad de que este proyecto sea rechazado considerando la atención ciudadana que tiene?
-Buena parte del mundo político está empezando a pensar que esto es inevitable a pesar de que casi todas las voces y argumentos técnicos indican que no es una buena solución. Por eso, creo que el juicio de realidad indica la conveniencia de pensar en una regulación adecuada del retiro de fondos: sin ofertones tributarios a los más ricos, acotando al máximo el daño previsional y cuidando el buen uso de los recursos públicos. También pienso que el Senado tiene la oportunidad y responsabilidad histórica de hacer cuajar en estos días un acuerdo transversal para la reforma al sistema de pensiones.
Pero la reforma de pensiones que viene desde el año pasado camina muy lentamente.
-Aunque el ambiente está muy caldeado, creo que hay una oportunidad de salir jugando con una combinación entre una administración razonable del retiro de fondos y un acuerdo transversal bien pensado para la reforma previsional. Todos los que tengan un genuino interés en el largo plazo y en mejorar las pensiones futuras debieran arremangarse las mangas para llegar pronto a ese acuerdo. Las posiciones maximalistas no sirven. Los sectores más responsables del gobierno y de la oposición deben darse cuenta de la urgencia de alcanzar una reforma potente y pronto. En caso contrario, crecerá la tentación de seguir metiendo mano a los fondos previsionales. Siempre habrá excusas y apoyo popular para preferir plata ahora y cerrar los ojos ante el futuro.
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