Alejandro Micco, exsubsecretario de Hacienda: “El riesgo se acota mucho si hay una ruta clara, y esa ruta estamos siguiendo”
Admite que el proceso constituyente implica riesgo, pero recuerda que hace un año el país estaba peor “teníamos un riesgo muy alto de que no tuviésemos una salida”. “Ahora estamos viviendo un proceso de cambio dentro de un marco institucional, y eso tiene un valor muy importante”.
“Hoy podemos estar contentos porque se ha dado un paso. Quiero ver el vaso más optimista porque vamos por un camino que nos puede llevar a una salida buena para el país, hacia una Constitución más representativa”, señala el ex subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, al recordar que algunos ministros, entre ellos el de Hacienda, estaban también por el Apruebo.
El economista pone paños fríos a la incertidumbre que puede abrir el proceso constituyente, porque recuerda que hace un año la situación en Chile era mucho peor y hubo minutos en que no se veía una salida. “Esa noche del 15 de noviembre, el sistema político fue capaz de dar una salida a una situación de crisis institucional muy compleja. Es muy importante dejar eso en claro, porque en ese momento se estaba viviendo un proceso de incertidumbre muy, muy alta y ni siquiera había claridad respecto de si la institucionalidad iba a ser capaz de encontrar una solución. Y este acuerdo ayudó a descomprimir la presión social y marcó una ruta”.
¿Qué le pareció el resultado del plebiscito?
-Este domingo vimos el segundo hito histórico que fue el plebiscito con un resultado bastante contundente que da muestra clara de lo que quiere la ciudadanía: hay que hacer un cambio a la Constitución, a las reglas del juego.
¿Es positivo o negativo que la aprobación haya sido tan contundente?
-El hecho de que haya sido tan abrumador el resultado ayuda de alguna forma porque anticipa que ese cambio tendrá una legitimidad democrática muy importante. Eso, junto con la alta participación da bastante claridad del mandato para delante. Lo peor que nos podría haber pasado es haber tenido un resultado muy estrecho, con los actores políticos y sociales no reconociendo ese resultado. Hoy no hay ninguna duda del deseo de cambio, y eso ayuda a reducir potenciales tensiones. Ese es el vaso medio lleno.
¿Y el medio vacío es la incertidumbre de lo que viene?
-No hay duda de que abrir la Carta Magna y modificarla genera incertidumbre y angustia en sectores económicos. Dimos un paso fundamental y ahora viene el otro proceso de cómo será esa nueva Constitución. Existen riesgos muy grandes, todavía podemos tener resultados muy negativos y que tengan impacto importante en la economía...
¿Cuáles serían esos riesgos?
-Podrían generarse situaciones de polarización. Uno de los peores escenarios sería que la comisión constituyente termine entrampada en establecer su funcionamiento, que los miembros no se pongan de acuerdo y tengamos una situación sin salida. Eso sería extremadamente negativo para el crecimiento, porque no habría claridad respecto de cómo ni cuándo se evacuaría una nueva Constitución, ello generaría un nivel de riesgo enorme. Pero si la instalación se da en forma ordenada, sin grandes conflictos, uno puede esperar que habrá un proceso de discusión con reglas claras aceptada por todos y ese es un paso muy importante.
Sin embargo, existe el riesgo del contenido que tendrá esa Constitución
-Acá es importante decir cuál era el contrafactual: recordemos que hace un año teníamos un riesgo muy alto de que no tuviésemos una salida ordenada dentro de la institucionalidad. Con este proceso ejemplar de votación estamos viviendo un proceso de cambio dentro de un marco institucional, y eso tiene un valor muy importante. ¿Abre riesgos? Sí, abre riesgos, pero si ese acuerdo político no existía habríamos estado con una Constitución que estaba siendo sobrepasada por los hechos, con niveles de violencia y no cumplimiento de la legalidad, y eso sí habría sido una situación mucho más compleja para nuestra economía.
¿Qué va pasar en el intertanto con la economía?
-Estamos viviendo la peor crisis sanitaria que cualquier chileno haya vivido, lo que se ha visto más afectado por el estallido social. Estamos con niveles altos de empleo, y para activar esos trabajos necesitamos un sector privado que quiera retomar la actividad, y puede que ese deseo de reinvertir sea menor por la incertidumbre. Ahora, cuando los países quieren hacer cambios se generan riesgos, y algún riesgo debe tomarse, sólo hay que tratar de que esa incertidumbre sea lo menor posible. Por eso es importante que se siga el camino preestablecido. El riesgo se acota mucho si hay una ruta clara y esa ruta se está siguiendo, eso habla bien de Chile y de que tenemos una oportunidad de seguir haciendo el proceso en forma correcta.
Hay empresarios, como Jorge Claro, que señalan el temor de que esta época se está pareciendo a la UP, ¿qué le parece esa opinión, tiene algún asidero?
-Muy poco afortunadas y alejadas de la realidad esas declaraciones. Las sociedades pasan por períodos de cambio, lo importante es que se vaya haciendo de forma ordenada y que al final del día lleguemos a un país mejor. Es cierto que el hecho de no saber cuál será la nueva normativa constitucional genera cierta angustia en el empresariado porque podría tener como resultado un escenario poco favorable para la actividad económica, sería ingenuo decir que no hay riesgos.
¿Qué nivel de desafección puede generar el hecho de que el desempleo sigue alto?
-El país está en una situación compleja con una economía muy débil, y con un desempleo alto. Ese es otro problema que tenemos que enfrentar, la situación no es fácil, pero hoy estamos en una situación menos compleja que hace tres días porque vamos dando pasos dentro de una ruta, eso ayuda a que seamos capaces de salir de esta crisis. El empleo debe seguir siendo la prioridad de la política pública.
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