Alemania puso en marcha este martes el concurso para otorgar las obras de instalación de su futura red de telefonía móvil 5G sin excluir a compañías chinas como Huawei, pese a las amenazas de Estados Unidos de revisar su cooperación de seguridad si lo hace.
"Huawei es un proveedor de equipos importante, que ya estaba presente en nuestras anteriores redes, será difícil ignorar a empresas así y no es lo que queremos", dijo Jochen Homann, el presidente de la agencia federal de redes.
Este organismo público supervisa la subasta que atribuirá un total de 41 bloques de frecuencias a los cuatro operadores en liza: Deutsche Telekom, Vodafone, Telefónica/O2 y 1&1/Drillisch.
Huawei no puede acceder a ninguno de esos bloques pero en su calidad de fabricante de material -igual que su competidor chino ZTE- ya proporciona a esos operadores infraestructuras, principalmente antenas, y espera continuar haciéndolo en el despliegue de la 5G.
Huawei es líder en esta nueva generación de telefonía e internet móvil por lo que renunciar a sus servicios podría frenar el desarrollo de esta tecnología, crucial para Europa.
Pero Estados Unidos considera que las antenas de Huawei son una especie de caballo de Troia moderno y sospechan que la compañía transmite datos al gobierno chino obedeciendo a una ley que le obliga a colaborar.
Por esta razón países como Australia, Japón y Nueva Zelanda ya excluyeron a los fabricantes de equipamiento chino y otros están pensando en hacer lo mismo después de que sus servicios de inteligencia les advirtieran del riesgo.