En entrevista con Pulso, Alfonso Díaz, gerente general de Chilexpress, profundiza en la meta de la compañía de alcanzar cero emisiones netas para 2035, una estrategia que combina innovación, compromiso ambiental y rentabilidad, marcando el camino hacia una logística más responsable y eficiente.

Chilexpress se ha convertido en la primera empresa del sector courier de Latinoamérica y la primera en todo el rubro logístico del país en aprobar sus planes de descarbonización de corto, mediano y largo plazo, de acuerdo con las exigencias de SBTi. ¿Qué significa esto para la empresa en relación con su estrategia de sostenibilidad?

-Esto es fruto de un trabajo muy serio que venimos haciendo hace más de 10 años. Desde entonces tenemos la convicción de que gestionar sistemáticamente nuestra sostenibilidad pasa por un enfoque de largo plazo, que sigue las recomendaciones de la ciencia y los expertos de cada materia, y esta validación viene a ratificar que esto lo hemos hecho con seriedad y responsabilidad. Tenemos una trayectoria de innovaciones que han ido definiendo el desarrollo del mercado en el que operamos, y creemos que este nuevo hito ayudará a que la industria encuentre caminos para hacerse cargo del impacto que produce. También vemos con entusiasmo que nuestra propuesta de valor en torno a este tema es muy única y es cada vez más entendida y valorada por el mercado y por nuestros clientes en particular.

La meta de cero emisiones netas de carbono para 2035 es un desafío para las empresas que también deben rendir en la productividad de su negocio. ¿Cómo se equilibra la hoja de ruta de descarbonización con su estrategia comercial?

-Trabajar con enfoque sostenible no es sólo reducir emisiones e impactos en general, sino que hacerlo de forma compatible con el desarrollo financiero de la compañía, y aún más, lograr que ambos objetivos se potencien entre sí. Para eso creemos que hay principalmente dos grandes estrategias. Primero, necesitamos ser suficientemente creativos y a la vez rigurosos, para que las medidas de descarbonización que vamos priorizando en nuestra hoja de ruta sean también iniciativas que produzcan eficiencia y ahorros de costos. Puede no ser inmediato o completamente directo, pero tiene que existir un retorno con el que se comprometan las inversiones en este campo. De no ser así, tarde o temprano se hace difícil persistir en los esfuerzos de largo plazo. Y como segunda estrategia, debemos incorporar este enfoque a la propuesta de valor con la que llegamos al mercado, a los negocios que hacemos y a la forma en que construimos la confianza y preferencia de los clientes.

La electromovilidad es uno de los pilares fundamentales en su estrategia de sostenibilidad, a través de la puesta en marcha de 120 vehículos eléctricos operando en 7 ciudades del país. ¿Cuáles son los resultados actuales de esta medida y cómo planean seguir expandiéndose?

-Para nuestra empresa que se dedica al transporte y distribución, la flota, su tecnología y las emisiones están al centro del desafío. Esta flota fue pionera en la industria, por su tamaño, por el despliegue regional y la forma de operación, y estamos muy satisfechos con sus resultados. Aunque no representa la totalidad de nuestros activos de última milla, está logrando hacer un gran aporte. Hasta ahora, estos 120 vehículos eléctricos han entregado más de 4 millones de encomiendas y han ahorrado más de 260.000 litros de combustible, que equivale a reciclar más de 5 millones de botellas de plástico. Por otro lado, también hemos logrado impulsar una transformación cultural entre nuestros conductores, quienes ahora comprenden esta tecnología y han logrado adaptarse a esta innovación gracias a su activa participación en este proceso.

Chilexpress ha avanzado en áreas como el compostaje de pallets y la recuperación de residuos. ¿Qué otros proyectos clave están implementando para reducir el impacto ambiental?

-Además de nuestro compromiso de carbono neutralidad, también nos hemos propuesto alcanzar el objetivo de cero residuos a rellenos sanitarios para fin del próximo año. Esta es una de las medidas importantes para lograr la neutralidad, pero también es una meta independiente en la que hemos avanzado. A la fecha ya hemos logrado valorizar más del 75% mediante estrategias de reducción, reparación, reutilización, compostaje y reciclaje, lo que equivale a más de 840 toneladas este año.

¿Cuáles considera que han sido los mayores retos, ya sea internos o externos, para implementar las estrategias sostenibles y ser líder en el sector?

-Uno de los principales desafíos es el hecho de que la sostenibilidad es necesariamente un esfuerzo de corto, mediano y largo plazo, por lo que se requiere convicción, determinación y tenacidad para continuar en el camino. En esto la cultura organizacional es esencial y que permee a todas las áreas de la organización y a sus proveedores. Por otra parte, los clientes constituyen también un elemento esencial, dado que estos valoran la sostenibilidad como un atributo diferenciador, y al mismo tiempo, retroalimentan la ambición de nuestro desafío. En general, cuando una empresa quiere innovar y empujar modelos que no están desarrollados en el mercado, uno de los principales retos es la integración gradual y oportuna de las tecnologías que tienen potencial de ser. en definitiva. las que pueden integrarse a modelos operativos de gran escala, especialmente cuando eres el primero en implementarlas. Este es el costo que los first movers pagamos.