¿Es una mala noticia para el sector privado la decisión de no reducir el impuesto a las empresas?

Creemos que en el mediano y largo plazo es una mala noticia, no solo para el sector privado, sino para el país en su conjunto. Cuando el 2014 se le dijo al país que todo mejoraría subiendo los impuestos, la realidad nos demostró todo lo contrario. El crecimiento cayó del 5,4% promedio de varios años al 1,7% promedio desde la reforma a la fecha. La inversión fue negativa esos cuatro años, siendo el periodo más largo de caída de inversión sin recesión de por medio, desde que tenemos data. El déficit fiscal se transformó en un gran problema. La deuda pública se duplicó por dos. En conclusión, los impuestos altos no solo fueron una mala noticia para las empresas, sino también una mala noticia para el Estado, los trabajadores y la ciudadanía entera

¿Podría tener efecto en un menor impulso a la inversión?

Sí. En economía no hay dudas de que los impuestos afectan la inversión. Chile es un país muy globalizado. El mundo está buscando competitividad de su país a través de reducciones de impuestos para captar inversiones. Mientras todos los países de la Ocde desde el 2000 al 2018 redujeron sus impuestos, Chile los subió en un 80%, o sea del 15% al 27%. Estados Unidos acaba de reducir sus impuestos a casi la mitad. Entonces, ¿cómo vamos a competir en inversión y con nuestras empresas y nuestros trabajadores contra otros países que tienen ventajas tributarias superiores a las nuestras?. ¿Hace cuántos años en Chile no llega una empresa grande a nivel mundial a invertir en un nuevo negocio con mirada global?

¿Pero los empresarios apoyarán la decisión del gobierno?

Nosotros valoramos el llamado a generar acuerdos. Y lo hacemos con generosidad. También lo hacemos con realismo al entender la situación fiscal actual que enfrenta. Sin embargo, también queremos con responsabilidad entregar todos nuestros antecedentes reales de por qué es malo no bajar los impuestos corporativos para la inversión, el crecimiento, la competitividad, recaudación, el déficit fiscal y la deuda fiscal de mediano y largo plazo. Pero sobretodo queremos mostrar nuestros antecedentes de que tenemos que generar más empleos formales que informales e incrementar remuneraciones, y los dos grandes motores para lo anterior son la inversión y la formación que dan la educación y la capacitación unidas.