En el marco de los premios entregados por la Fundación de Egresados de la Facultad de Economía y Administración de la Pontificia Universidad Católica (UC), este lunes el expresidente de la CPC, Alfonso Swett, recibió el premio trayectoria Ingeniería Comercial. En la instancia, Swett se refirió a su trayectoria académica y profesional, además de hacer un repaso de lo que fue su gestión de la gremial empresarial durante el año del estallido social.
Con respecto a sus primeros años como estudiante de ingeniería comercial, Swett destacó el rol preponderante que jugó el exministro de Hacienda Felipe Larraín. El ex timonel de la CPC se refirió a Larraín como “mi maestro, mi amigo y mi muy querido hermano mayor”.
“Felipe, me buscó mi primera pega, me metió al mundo gremial, me invitó a fundar Clapes UC. Y me ha regalado en forma tan generosa tantas oportunidades. Todas las mejores decisiones de mi vida las consulté con Felipe y las peores no las consulté”, agregó.
Sobre su vida profesional, Swett señaló que esta se forjó con el expresidente Sebastián Piñera. “Quien me formó en el trabajo, me enseñó a pensar; a organizarme; y dar todo sin nunca relajarse. Me forjó la pasión por las políticas públicas, las finanzas y por pensar siempre priorizando la estrategia”, detalló sobre la relación entre ambos.
Sobre el exmandatario, quien se encontraba entre el público asistente al evento, el expresidente de la gremial finalizó asegurando que “si bien es la persona más inteligente que he conocido, por lo que más lo admiro es por su corazón bondadoso, generoso y preocupado profundamente siempre por mí, esté donde esté. Ustedes siempre han visto en él un hombre brillante, pero su mayor virtud es su corazón bondadoso”.
En el ámbito más personal, Swett también dedicó palabras para el delicado cuadro de salud por el cual pasó, debido a un cáncer. “Quiero agradecer, por estar parado frente a ustedes, sano y en buenas condiciones, habiendo sido diagnosticado de cáncer grado 4 en septiembre”.
El ex timonel de los empresarios agradeció a Dios, por haberle “regalado dos milagros. El milagro del 3 de noviembre de un PET que mostró cero cáncer y cero tumor. Y el milagro de partir ya mi novena quimioterapia, este jueves 12 de enero, sin haber tenido cero efectos adversos en las ocho anteriores”. También agradeció a la Virgen María, “a mi guía espiritual en todo este proceso a mi querido amigo Monseñor Alberto Ortega”, a su familia y amigos.
Estallido social
Luego, Swett se refirió a su mandato al frente de la CPC y apuntó a que habría “tareas inconclusas”.
Sobre los inicios de su gestión, en 2018, señaló que ese año lo “llenó de esperanza al ver que sí se podía reconstruir confianzas y sentido de bien común. Y sin renunciar a nuestras convicciones como sector”. Sin embargo, mencionó, con la llegada del 2019 “sentí que habíamos llegado tarde, que las esperanzas del 2018 se habían quemado, con las llamas del llamado estallido social”.
Respecto esto último el ex timonel de los empresarios aseveró que, dentro del proceso del estallido social, se habrían dado tres estallidos. El primero, dijo, uno “terrorista ideológico”. Este “quemó el metro, atentó contra nuestra infraestructura crítica, quemó e hizo sacrilegios en nuestras iglesias, y quemó parte de nuestras empresas y puestos de trabajos de miles de trabajadores jugados por sus empresas”. El segundo, afirmó, fue un “estallido delictual, donde se saqueaba, robaba y abusaba con peajes al libre tránsito”.
Esos dos procesos, bajo su punto de vista, se habrían “camuflado debajo de un real estallido social. Luego se justificaron y se siguen justificando hasta hoy, bajo el verdadero y profundo estallido social”.
Sobre este último, Swett aseguró que ese fue el que más pudo entender. “Donde la rabia y la frustración se expresó masivamente”. Al respecto, dijo que hubo una serie de aprendizajes que no se pueden olvidar: “La indiferencia hacia lo que vive el otro, es la perfección de nuestro egoísmo y el no escuchar con oídos grandes y corazón abierto es la perfección de la soberbia”.
“Si la causa del estallido social fue la rabia, producto de la indiferencia y soberbia. La solución definitiva -aún pendiente-, será el amor que describe San Juan Pablo II, ‘de mirar al otro no para servirse de él, sino para servirlo’ Es sólo este amor el que nos permitirá superar la indiferencia hacia el otro. Y superar la soberbia de mis éxitos y pensamientos individuales. En definitiva, no partiendo por el yo y mis intereses, sino partiendo por el otro y sus necesidades”, concluyó Swett.
Reconocimiento a Vivianne Blanlot
Quien también recibió el reconocimiento fue la economista, exministra de Defensa del primer gobierno de Michelle Bachelet y actual miembro de los directorios de Colbún, CMPC, Antofagasta Minerals e Icare, Vivianne Blanlot.
En su discurso, al igual que Swett, la economista hizo un recorrido por su vida estudiantil y profesional. Entre las figuras que agradeció mencionó a Ernesto Fontaine, quien desde Endesa “me mostró la fascinante industria eléctrica, y por primera vez trabajé en proyectos en esa área, recorriendo ciudades que hacia fines de los 70 a duras penas tenían servicio eléctrico para una minoría”.
Luego de su paso por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la economista destacó su llegada al Ministerio de Economía, “sin conocer a nadie, y eso marca mi llegada a los temas regulatorios en dos áreas que siguen siendo críticas, agua y energía, en el equipo de Jorge Marshall, entonces subsecretario de Economía”.
Asimismo, recordó su paso por la Comisión Nacional de Medio Ambiente durante el gobierno de Eduardo Frei y la Comisión Nacional de Energía, en el gobierno de Ricardo Lagos.
Sobre su llegada al mundo privado, al cual llegó tras su paso por el sector público, Blanlot aseguró: “mi trayectoria, que yo llamo ecléctica, y otros pueden considerar errática, tiene más de un hilo común: siempre en áreas que he considerado claves y que me entusiasman, siempre comprometiéndome a encontrar a las mejores personas para trabajar con ellas, y siempre con la convicción de que la formación profesional que me entregó la escuela permitía incursionar en distintos sectores, aplicando el análisis riguroso, la reflexión, y la comprensión del mundo que entregan las disciplinas de economía y administración”.
A pesar de estar en el sector privado, dijo, “mi mente sigue observando continuamente las carencias sociales de nuestro país, (...) incluso después de integrarme al mundo de la empresa privada, el cual debe ser un motor de desarrollo no sólo económico sino también social, pero que requiere de políticas del estado eficaces y coherentes”.