Alfredo Moreno: “Algunos países pagarán una cuenta más alta por esta ola proteccionista, pero al final todos pagaremos la cuenta”
El excanciller y ministro de los gobiernos de Sebastián Piñera cree que si la guerra arancelaria en el mundo avanza, puede ser muy dañina para el crecimiento global y para Chile. “Hay que tener mucho cuidado con las cosas que se dicen. Chile debe ser muy prudente. Hay que intentar que esto no sea un motivo de la pelea política pequeña. Esta amenaza es de gran magnitud, de largo plazo, y tenemos que enfrentarla unidos”, afirma.
¿Era esperable para usted una reacción proteccionista contra el mundo de esta magnitud como la decretada esta semana por el Presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump?
Donald Trump ya lo había señalado en su campaña y también lo había hecho en un grado menor durante su gobierno anterior, por lo que era esperable. Es algo que todavía está por escribirse, no es fácil saber cómo va a seguir esto hacia adelante, tanto por la dificultad de predecir lo que está haciendo el gobierno americano como por lo que van a ser las reacciones de los distintos países. Los capítulos que vienen hacia adelante son todavía desconocidos.
¿Estamos entrando a una nueva era de mayor proteccionismo mundial y de cortapisas al libre mercado? ¿Será transitoria o de largo aliento?
-No hay duda de eso. Esto no solamente por lo que ha hecho ahora el gobierno del Presidente Trump. Teníamos señales desde antes. Estados Unidos dejó de participar en un acuerdo como era el TPP11 (CPTPP) y se retiró después de haber trabajado durante años en tratar de construirlo. El presidente (Joe) Biden no modificó los aranceles que impuso el Presidente Trump a China en su primer periodo. También hay un sentimiento muy fuerte dentro de la población norteamericana de que el libre comercio, que ha acompañado a EE.UU. en una época impactante de crecimiento económico, los ha dejado perdiendo actividades en diversos sectores como automóviles, textiles, etcétera.
Si esto avanza, vamos a tener una ola de proteccionismo en el mundo muy dañina para el crecimiento mundial y pondrá a Chile en una situación muy seria.
¿Cómo evalúa las medidas impuestas por EE.UU. en términos relativos para Chile? ¿Son negativas, neutras o podrían ser eventualmente ventajosas para algunos sectores?
-Esto va a tener impactos que tienen que mirarse sector a sector, producto a producto. Pueden ser negativos en algunos de ellos y, en otros, pueden ser muy significativos. Pero más allá del impacto específico, el efecto es muy negativo, porque esto inicia una guerra tarifaria, una guerra comercial, un periodo de cierre de los mercados, de mayor autarquía, y eso es malo para el mundo y muy malo para Chile. Chile vive con un mundo abierto. Volver a tener un Chile en autarquía nos va a llevar a un nivel de vida muchísimo inferior al que tenemos y significaría, además, un cambio radical en la estructura económica chilena.
Todo este escenario va a crear un mundo con muchísimas más protecciones, donde muchas personas, al menos durante algunos años, pueden llegar a creer que se puede tener una mejor vida y se puede tener más progreso escondiéndose detrás de unos muros tarifarios. La historia muestra que eso no es así. Al contrario, el mejor tiempo del mundo ha sido cuando hemos podido colaborar entre todos, que es precisamente el concepto del libre comercio.
Pero cuando uno se aísla, se ponen estas barreras y muros más grandes; eso también tiene un impacto político. La experiencia mundial recuerda que esos momentos fueron un combustible para etapas de mucha tensión, de momentos bélicos; las guerras mundiales se dieron después de un periodo de proteccionismo y de encierro de los países en su propia realidad.
El libre comercio acompañó al mundo después de la Segunda Guerra Mundial; ahí se crearon todas las instituciones. Los países que se abrieron a eso, progresaron, y los que no, se quedaron totalmente atrás. Si esto vuelve hacia atrás, va a tener un impacto geopolítico, de seguridad, y que puede tener conclusiones realmente negativas. Con todo, no es fácil que este escenario se revierta en el corto plazo.
¿Cómo debe reaccionar Chile a este escenario de mayor proteccionismo mundial? ¿Chile debiera devolver el golpe con mayores aranceles también a Estados Unidos?
-Lo primero que hay que tomar en cuenta es que Chile no está en el centro de esta disputa. Esta disputa está entre gigantes económicos como EE.UU. y China. Está en el interés de Chile no ser parte de esa discusión. Los aranceles que se impusieron a Chile son muy negativos, pero son los de menor nivel; además se excluyó el cobre. Chile tiene otros caminos: tiene que intentar hacer valer lo que es su Tratado de Libre Comercio, intentar que el mundo se mueva con las reglas, tratar de hacer alianzas con otros. Hay que tener mucho cuidado con las cosas que se dicen. Chile debe ser muy prudente. Hay que intentar que esto no sea un motivo de pelea política pequeña. Esta amenaza es de gran magnitud, de largo plazo, y tenemos que enfrentarla unidos.
Críticas de Boric
El Presidente Gabriel Boric ha calificado a Trump de “emperador” y ha insistido en sus críticas al mandatario de EE.UU. ¿Le parecen adecuadas estas declaraciones en este momento? ¿Es contraproducente?
-La posición de las autoridades chilenas tiene que ser de total defensa de Chile, de sus derechos, de los tratados que tenemos, de lo que nosotros defendemos, del libre comercio en el mundo, pero en ningún caso eso puede llevar a expresiones que no sean suficientemente cuidadosas. Tenemos que evitar cualquier exceso en el lenguaje. Eso no ayuda en nada, eso sólo perjudica. Debemos ser muy cuidadosos de no poner a Chile en la primera línea, no es necesario… Chile no va a cambiar la situación mundial en esta materia.
¿Qué le parece que Trump viole con tanta facilidad un tratado de libre de comercio (TLC) como el que tenemos con EE.UU. desde el 2004?
-Es sumamente negativo, porque el mundo vive en base a las reglas. A los países pequeños, en particular, nos defienden las reglas. Cuando se estima que las cosas se pueden hacer en base al tamaño de la fuerza y no al valor de las reglas y de los derechos de las partes, estamos en un mundo que claramente retrocede.
De ahora en adelante, ¿Chile debe seguir los mecanismos que consigna el TLC bilateral para solucionar este mayor arancel? ¿Debe negociar? ¿Debe ser más activo diplomáticamente?
-Todas las anteriores. Hay que defender las ideas básicas que han sido la base del progreso del mundo, de Estados Unidos y de Chile. Eso hay que hacerlo en todos los lugares que sea posible. Hay que trabajar con Estados Unidos para hacer ver la realidad de Chile, que no se condice con la información con la cual se tomaron estas medidas.
También hay que intentar evitar que esto se expanda a mayores aranceles a otros productos que hoy están exceptuados y hacer notar que esta situación llevaría a algo negativo al propio Estados Unidos. Por ejemplo, el cobre es un insumo fundamental para la propia industria automotriz (de EE.UU.), un sector que las autoridades norteamericanas están intentando recuperar.
¿Quién pagará la cuenta de esta ola proteccionista impuesta por Trump? ¿La pagará el consumidor norteamericano? ¿El mundo? ¿A la larga, los chilenos?
-Una parte de este incremento lo van a pagar los consumidores norteamericanos, pero no todo. Una parte también lo van a pagar los productores que van a recibir menos precios por sus productos. Hay que decir que el boom de crecimiento que ha tenido el mundo en todas las últimas décadas no está asegurado. Hemos tenido periodos buenos, periodos malos, y hemos aprendido con el tiempo qué es lo que produce la riqueza, qué es lo que produce el desarrollo.
Si tomamos medidas que van en el sentido contrario, eso va a impactar en todos los países; en unos más, en unos menos, pero todos nos vamos a ver afectados. Aunque Chile no sea afectado directamente y en forma importante por distintos aranceles o circunstancias, el efecto mundial puede tener un impacto muy importante en contra nuestro si el mundo comienza a cerrarse. Algunos países pagarán una cuenta más alta por esta ola proteccionista, pero al final todos pagaremos la cuenta.
El proteccionismo es una tendencia que puede durar un tiempo mucho más prolongado. Es fácil entrar en el proteccionismo, no es tan fácil sacarlo. ¿Cuánto de esto va a llevar a un conflicto geopolítico entre distintos bloques? ¿Cuánto de esto terminará en un mundo de grandes bloques?
-El Presidente Boric viajó a India esta semana para iniciar negociaciones y mejorar el actual tratado comercial con esa nación. Esta posición difiere del ideario original del gobierno. ¿Qué le parece este giro procomercio internacional del gobierno?
-Es muy bueno que el gobierno se vaya dando cuenta... Espero que siga permeando a las distintas personas del gobierno y a los grupos políticos que lo apoyan sobre que Chile requiere el libre comercio, que nos ayuda, no nos perjudica.
Imagine lo que habría sido si hubiera seguido el señor (José Miguel) Ahumada en la Subrei… bueno, no tendríamos TPP11. No estaríamos unidos a esos países y no tendríamos esas defensas.
Se habla ahora, por ejemplo, de la India. Lo que está haciendo el Presidente es un paso más. El tema de la India lleva años en intentar abrir un país que ha sido extraordinariamente proteccionista a lo largo del tiempo. Y esta negociación que se está iniciando va a tomar años para que sea una realidad, si es que se logra. Son esfuerzos nacionales que cruzan muchos gobiernos. Cada dilación cuesta mucho y se pierden esfuerzos que hicieron gobiernos de todos los signos hacia atrás. Esto no tiene color político.
Disputa presidencial en la oposición: ”La centroderecha tiene una oportunidad única”
¿Cómo visualiza la diputa que se ha generado en la centro-derecha en torno a las figuras presidenciales?
-Me parece que la centro-derecha tiene una oportunidad única. Lo que hoy muestran las encuestas respecto a lo que se puede lograr en la elección presidencial y parlamentaria es algo que no ha sucedido en muchísimo tiempo, ni siquiera en las épocas en las cuales el Presidente Piñera ganó en dos oportunidades. Siempre lo hizo con un Parlamento en contra. Y hemos visto cómo a esos gobiernos y a otros gobiernos que han tenido parlamento en contra le ha sido muy difícil sacar adelante las cosas.
Chile requiere muchas cosas para volver al camino del progreso y para poder enfrentar situaciones complejas. Las ideas de crecimiento, de progreso, de seguridad, han vuelto a estar en el centro del interés de la ciudadanía y este es el momento de representarlas. Son las ideas que siempre ha tenido la derecha. Entonces, espero que los candidatos, que los partidos, hagamos todos un esfuerzo por unirnos para pensar primero en Chile y después hacerlo en el partido, en el interés o en el movimiento específico.
¿La centroderecha se puede estar farreando un resultado exitoso en esta elección?
Espero que no sea ese el caso. Insisto en que tenemos una oportunidad muy grande y también la necesidad es muy grande. Chile no está en un momento para darse el lujo de perder oportunidades. Venimos de un periodo muy difícil. Lo vivido en el estallido social fue tremendo. Los dos procesos constitucionales... también fueron una pausa muy compleja para el país. Hemos tenido muchos años de estancamiento, después de muchos años positivos... el nivel de frustración de las personas y jóvenes.
Los desafíos que hay en materia de seguridad son gigantes. Ya no competimos contra los delincuentes comunes y corrientes que estaban en una esquina cuando se apagaba la luz. Hoy tenemos bandas organizadas, bien armadas con nexos internacionales y que combaten contra el Estado.
Chile no se merece que por condicionantes, que pueden ser muy legítimas, de buscar la primacía en una región, en un sector, nos perdamos la oportunidad de volver al camino del progreso.
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