Un millonario préstamo que busca apoyar a las pymes y agronegocios en América Latina y el Caribe, con el objetivo de que adopten y mejoren proyectos orientados a un uso más eficiente del agua, prácticas sostenibles y generación de energías renovables, es el que entregará la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo del Banco Mundial.

Se trata de un crédito verde de US$ 80 millones a la Latin American Agribusiness Development Corporation (Corporación Latinoamericana de Desarrollo de Agronegocios, Laad), una empresa privada de inversión y desarrollo orientada a financiar proyectos de agronegocios en nuestro continente.

El paquete de financiamiento de IFC incluye un préstamo de US$ 50 millones a siete años de la propia cuenta de IFC y otro préstamo movilizado de Symbiotics SA por US$ 30 millones. Está enfocado principalmente a reforzar las cadenas de suministro agrícola que se han debilitado a causa de la pandemia de Covid-19.

Alicia Ferrer, Oficial de Inversiones Sénior de IFC, explica que este instrumento tendrá una importancia clave para apoyar y fomentar la agricultura verde, en momentos que resulta vital actuar de manera proactiva en este tipo de iniciativas.

“En ausencia de este tipo de inversiones, el cambio climático podría tener impactos materiales en la seguridad alimentaria y en las cadenas de valor de agronegocios. El financiamiento de IFC permite que los clientes de Laad implementen medidas que contribuyen a la resiliencia, bajas emisiones y eficiencia de agronegocios pequeños y medianos”, refuerza Ferrer.

¿Qué tanto afectó el Covid-19 a las cadenas de suministro agrícola de Latinoamérica y el Caribe (LAC)?

- Si bien el impacto de la pandemia aún está por sentirse, los efectos en la agricultura y los sistemas alimentarios de LAC se desdoblan en múltiples dimensiones. La producción primaria ha demostrado ser notablemente resiliente, en el sentido de que la mayoría de los agricultores y ganaderos han seguido produciendo. Por otro lado, también han aparecido desafíos en la cadena de suministro, ya que el flujo de muchos productos alimenticios se ha visto interrumpido por restricciones de movilidad que han provocado cuellos de botella en la distribución o han impedido la reorientación de los flujos de alimentos debido al cierre de algunos sectores de la economía.

Pese a todas estas trabas que han surgido en el camino, ¿qué papel jugarán los agronegocios de América Latina y el Caribe en el nuevo mundo pos-Covid?

No hay duda de que los agronegocios desempeñarán un papel vital en la recuperación económica sostenible de Latinoamérica y el Caribe, al salvaguardar el suministro de alimentos de la región, proporcionando empleo para millones, generando ingresos en los países exportadores de alimentos, mejorando el equilibrio del comercio en los países importadores y la restauración de los servicios de los ecosistemas de los que depende el bienestar del planeta a largo plazo.

¿Estamos a tiempo aún para apoyar desarrollos climáticamente inteligentes, o ya entramos en una fase de no retorno medioambiental?

-La ventana de oportunidad para evitar un calentamiento por encima de 1,5 grados Celsius se cierra rápidamente, por eso necesitamos actuar hoy. El último informe IPCC proporciona nuevas estimaciones de las posibilidades de cruzar el nivel de calentamiento global de 1,5 °C en las próximas décadas y encuentra que, a menos que haya reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala en las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento a cerca de 1,5 °C, o incluso 2 °C, estará fuera de alcance.

¿Se ha notado cierto retroceso en la producción de alimentos con técnicas sostenibles en América Latina producto de la pandemia?

-América Latina es un actor importante en la cadena de suministro de alimentos y, a pesar de los desafíos impuestos por la pandemia, su entusiasmo y esfuerzos por seguir aportando para alimentar a una parte de la población mundial no han disminuido. Y a medida que la población crezca, también lo hará la demanda de alimentos.

¿Y cuánto nos falta en Latinoamérica para implementar una agricultora sostenible al nivel de la que tienen los países desarrollados?

- La agricultura sostenible está en constante evolución, aun en países desarrollados. Un requisito fundamental para su desarrollo, además de la tecnología, es la captación detallada de datos sobre agronegocios, sobre química de suelos, hidrología, productividad por especie, etc. América Latina está en ese proceso.P