Alivio para los consumidores: Hacienda proyecta que precios de los combustibles registrarán bajas hasta fines de febrero

El gobierno ingresó el viernes el proyecto que modifica el Mecanismos de Estabilización del Precio de los Combustibles (Mepco) para evitar fluctuaciones semanales, que incluye al diésel y las gasolinas, y que extiende el beneficio de reintegro parcial del impuesto específico a los combustibles para transportistas de carga.

Este lunes, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados comenzó su análisis. Pero algo que llamó la atención durante la presentación que realizó la subsecretaria de Hacienda, Claudia Sanhueza, es que en Teatinos 120 esperan retrocesos en el precio de los combustibles hasta fines de febrero. De concretarse esa trayectoria, se mantendría la tendencia a la baja que ha mostrado la cotización de los combustibles durante las últimas tres semanas.

Esto de inmediato abrió un debate entre los expertos, pues algunos discrepan de que dicha trayectoria se pueda cumplir, puesto que argumentan que el mercado de los combustibles es muy volátil e incluye distintas variables.

Hoy la bencina de 93 octanos en la Región Metropolitana tiene un precio promedio de $1.304, la de 95 octanos está en $1.352 y la de 97 octanos en $1.402.

El economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Ortiz, se alinea con los cálculos de Hacienda. Para Ortiz, “durante las primeras semanas de 2023 se espera una caída del precio de las gasolinas y el diésel, porque el Mepco acumulado es mayor a $100 por litro para la gasolina y el diésel, lo cual implica la aplicación de un componente variable positivo (impuestos) para las próximas semanas”.

Por esta razón, Ortiz subraya que “compartimos esa apreciación, dado el comportamiento reciente del precio del petróleo Brent y el Mepco acumulado. Por lo menos para el primer trimestre del año”.

Una visión totalmente contraria entrega el director de Hermann Consultores, Jorge Hermann, quien afirma que “sin precedentes históricos, el Ministerio de Hacienda se aventura de forma desmedida en una proyección a la baja de la gasolina al consumidor durante el verano, partiendo de los $1.300 actuales para llegar a los $1.200 a fines de febrero del 2023, tomando como referencia el precio mayorista de ENAP proyectado por Hacienda, más el margen de comercialización al consumidor final”.

Para Hermann, actualmente “el mercado de los combustibles y el dólar están muy volátiles, por lo que exponerse a proyectar una baja de $100 a fines de febrero es demasiado osado por parte de la autoridad, ya que los inventarios de crudo y gasolina están en los mínimos de los últimos cinco años en Estados Unidos”.

Además, añade que “la acumulación de inventario va de la mano con aumentos en el precio del petróleo futuro relativo a los precios actuales, por lo que no es descartable que el precio del crudo aumente en el corto plazo, en un contexto de una oferta de crudo contenida por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)”.

Por su parte, Luis Gonzales, Coordinador Económico de Cambio Climático, Energía y Medio Ambiente de Clapes UC, advierte que “estos escenarios son muy dependientes del tipo de cambio que observemos. Por el lado del precio internacional y la contracción de demanda mundial que se espera el próximo año la tendencia es a la baja, sin embargo, el panorama local y el tipo de cambio pueden modificar estas proyecciones”.

Si bien en una primera instancia el gobierno había incorporado solo el diésel en esta nueva fórmula de estabilización de los precios, según lo acordado con los gremios de camioneros en medio de la movilización del sector de hace unas semanas, ahora, de acuerdo con la iniciativa, esto se extendió también a las bencinas, aunque con tratamientos distintos.

En concreto, la iniciativa mantiene el precio del diésel congelado por 120 días -cuatro meses- y el mecanismo solo operará para evitar incrementos del precio, mientras que si hubiese bajas en dicho período, estas se traspasarían. Del mismo modo, el mecanismo permanente consideraría aumentos máximos de $15, cada 21 días, pero con una duración de un año.

Para el caso de las bencinas, según el proyecto, se modifica el impuesto específico variable, el cual se ajustará semanalmente en forma tal que el precio informado por la Empresa Nacional del Petróleo, en su informe semanal de precios, solo varíe cada 21 días. Se precisa que en la primera semana de cada período de 21 días, el componente variable del impuesto específico de los combustibles se calculará ahora en 2,4%, en lugar de 0,8% del promedio de las últimas dos semanas del precio base de la gasolina de 93 octanos. De esta manera, el precio subirá hasta $30 en 21 días.

Desde la oposición, las críticas se centraron en el tratamiento diferenciado que se mantendrá entre el diésel y la bencina. Por ello, algunos legisladores plantearon que el congelamiento de los precios también se pueda extender para las gasolinas.

El proyecto también ampliará la vigencia del beneficio de reintegro parcial del impuesto específico al menos por un año: 80% para contribuyentes cuyos ingresos anuales hayan sido iguales o inferiores a 2.400 UF; 70% para contribuyentes cuyos ingresos anuales hayan sido superiores a 2.400 UF y no excedan 6.000 UF; 52,5% para contribuyentes cuyos ingresos anuales hayan sido superiores a 6.000 UF y no excedan de 20.000 UF, y 31% para contribuyentes cuyos ingresos anuales hayan sido superiores a 20.000 UF. La discusión de la propuesta continuará este martes en la Comisión de Hacienda.