Todos los meses el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) entrega la actualización el valor de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) y las líneas de pobreza del país. La importancia de esta medición y actualización mensual se debe a que el valor de esta canasta refleja el costo de satisfacer las necesidades alimentarias mínimas.
Esta canasta contiene los productos corresponden a las recomendaciones de Naciones Unidas, respecto a las necesidades mínimas, por lo que "considera un umbral de requerimientos de 2.000 calorías diarias promedio por persona, en las zonas urbana y rural, la que fue realizada sobre la base de la información proporcionada por la VII Encuesta de Presupuestos Familiares, levantada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entre diciembre de 2011 y diciembre de 2012", dice el boletín del MDS.
En este sentido, el informe señala que en mayo recién pasado, la Canasta Básica de Alimentos alcanzó un valor mensual de $41.927 por persona, mientras que la línea de pobreza por persona equivalente un valor de $160.253 y la línea de pobreza extrema un valor de $106.836 (por debajo de estas cifras las personas son calificadas como pobres o en situación de extrema pobreza).
Esto significa que, si bien el valor de la canasta básica de alimentos bajó 0,3% respecto a abril pasado, en un año, es decir de mayo a mayo, se elevó en 3,7%. Este aumento se ubicó por sobre la variación del Indice al Consumidor (IPC) de los últimos 12 meses, que sólo alcanza el 2% y del reajuste de remuneraciones que llega al 3% anualizado.
Hay que recalcar que la actualización de la canasta básica de alimentos se realiza de acuerdo a la variación del IPC, descontando la variación correspondiente a los alimentos y bebidas no alcohólicas, y restaurantes, cafés y establecimientos similares.
Ahora, entre enero y mayo de este año el valor de la canasta básica de alimentos fue 0,7%, mientras la respectiva variación de las líneas de pobreza por persona equivalente ascendió a 1,1%.
Durante el período, la variación observada por el Índice de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas fue 1,0%, en tanto la variación anotada por el IPC general fue 1,3%.
¿Qué revela esto? Para algunos expertos la evolución de estas variables dan señales respecto a lo que podría suceder en cuanto a la variación de la pobreza por ingresos, todo esto ad portas de que se entreguen nuevos resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen 2017).
El levantamiento de la Casen se realizó entre noviembre de 2017 y enero de 2018, en esos meses la canasta básica de alimentos se elevó en 1,3% y 5%, respectivamente, mientras que el IPC general lo hizo en 1,9% y 2,2%, respectivamente, considerando variaciones a 12 meses.
Para el economista y director del Centro de Estudios del Desarrollo, Luis Eduardo Escobar, estas variables muestran que "en la medida que se aumenta la línea de la pobreza, se puede estar dejando más personas en esta situación, sobre todo si los salarios no se elevan a la par con los precios".
Por lo mismo, Escobar dice que con esto podría ser posible que la pobreza por ingresos se "mantenga o suba, ya que es difícil imaginarse que los salarios de los más pobres han aumentado más rápidamente que el precio de la canasta de 3,7%. Lo que digo es que hay señales de riegos que hay que estar mirando".
Por su parte, el economista y socio de Rojas y Asociados, Patricio Rojas señala que "cuando hay períodos de crecimiento bajo, los salarios se tienden a aplanar, porque hay desempleo y los salarios crecen poco y la canasta sigue un comportamiento de precios que puede ser un poco más fuerte".
Y agrega que "por lo tanto, si en un período hay crecimiento económico bajo, como el que ha tenido Chile en los últimos años, no cabe la menor duda que posiblemente los salarios puedan ir bajando o creciendo poco y que el costo de la canasta pueda seguir creciendo (…). Es posible, entonces, que con los datos de 2017, dado el crecimiento bajo de la economía, la situación se haya acentuado y deteriorado en algunos sectores".