En el comunicado con el que el jueves el Banco Central explicó la decisión unánime de mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM), indicó que la inflación se enfrentaría a dos fuerzas que incidirían en direcciones opuestas. Por una parte la depreciación del peso que empujaría al alza a los precios del sector transable (bienes) y por la otra, una mayor brecha de actividad que la impulsaría hacia abajo, correspondiendo a los no transables (servicios). De cuál sería el predominio, el BC señaló no tenerlo claro.

Ayer, el presidente del BC, Mario Marcel, profundizó dicho análisis: "Hay dos fenómenos que van a estar ocurriendo. Por un lado, un traspaso de la variación del tipo de cambio se va a ir traspasando a precios, y en segundo lugar, si se amplía significativamente la brecha de actividad va a generar una presión a la baja". En ese contexto, agregó que "debemos tener en cuenta que en Chile el traspaso de tipo de cambio a inflación es relativamente bajo respecto del resto de América Latina, aunque quizás sea más alto esta vez, porque responde a una depreciación unilateral del peso. Aun así, la variación de tipo de cambio está lejos de traspasarse 1 a 1 a inflación, en promedio, el coeficiente de traspaso de depreciación cambiaria es de 0,15%".

Así, para este año se corrigió al alza la estimación de precios pasando de 2,7% a 3,4%.

Para el próximo año, Marcel señaló que el escenario base estima que la inflación se incrementará por el traspaso del alza del dólar, acercándose a 4% hacia el segundo y tercer trimestre del año, mientras que el indicador subyacente lo hará "algo por encima" de 3,5% a mediados de 2020, para a partir de ahí comenzar a reducirse hasta cerrar el año en 3,6% la inflación total. La disminución continuaría gradualmente a la meta de 3% para fines de 2021.

¿Qué pasará con la tasa de interés? Marcel reiteró que "se mantendrá en su nivel actual durante los próximos meses en un contexto de mayor impulso fiscal e intervención cambiaria" con una política monetaria que "contribuirá a la reactivación", aunque también reconoció posibles desviaciones de ese escenario.

¿De qué factores depende? Las advertencias del timonel del BC apuntan a un mayor deterioro del consumo, la inversión y la demanda que podrían provocar una contracción más permanente de la actividad, con mayores presiones deflacionarias o eventuales distorsiones en el mercado laboral y/o un deterioro de la productividad. El BC también advierte por cambios regulatorios que lleven a "aumentos de costos laborales significativamente por encima del aumento de la productividad, en un contexto de debilidad económica".