La llegada de la pandemia del Covid-19 trastocó el mundo de la salud en distintos niveles. La crisis sanitaria no solo derivó en colapsos de centros asistenciales, sino que afectó al sistema sanitario en el largo plazo, pues aumentaron las listas de espera y se retrasaron los diagnósticos. Pero también la construcción de hospitales, donde el plan de inversiones planteado por diversas administraciones se vio indefectiblemente afectado.
En tal sentido, la proyección inicial ha sufrido serias y variadas mutaciones, así como los valores inicialmente calculados y quiénes serán los responsables de llevar a cabo la construcción en sí. Hay precios que el coronavirus afectó y empresas que desaparecieron.
De hecho, el subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, cuenta que “la pandemia, las cuarentenas y el fenómeno inflacionario a nivel mundial afectaron fuertemente la construcción de los centros hospitalarios. Hay que recordar que en ocasiones la cuarentena limitó la movilidad y muchas obras disminuyeron su estado de avance”. La autoridad ahonda y detalla que también han visto que desde hace un buen tiempo el costo de construcción del país aumentó incluso por sobre el promedio del IPC, “sobre todo en 2021. Eso hizo que múltiples empresas debieran adaptarse y tuvieran retrasos”.
El problema para Chile y su infraestructura sanitaria no es menor. Y es que varios proyectos se vieron afectados por la situación de las inmobiliarias tras la llegada del coronavirus: “Nosotros hicimos una revisión en 2022 y más del 40% de las obras del sector de salud tuvieron un término anticipado de contrato, lo que significó un golpe muy duro para la construcción e inversión en salud en particular, aunque sabemos que también afectó a otras obras de construcción pública”, señala Araos.
Actualmente hay 17 hospitales en ejecución y solo uno de ellos -el Hospital Dr. Óscar Hernández Escobar, de Curacautín, en La Araucanía, que tiene un 62% de avance- está con retraso por problemas con la empresa constructora.
Cuando este centro hospitalario llevaba un 55% de avance la obra se paralizó producto de la quiebra de la constructora Claro Vicuña Valenzuela (CVV), la cual pidió su proceso de liquidación acusando un mal momento para la empresa, condiciones del mercado desfavorables y apuntado al gobierno como uno de los responsables.
Eso sí, 66 días después -el 22 de diciembre de 2022-, el Servicio de Salud Araucanía Norte (SSAN) publicó un nuevo proceso licitatorio para continuar con la obra. “Nos pusimos manos a la obra para que se hiciera rápidamente la revisión de Contraloría y pudiéramos relicitar cuanto antes y, efectivamente, así se hizo”, dice Araos.
Además, el fenómeno económico que se produjo con la crisis sanitaria también tuvo un gran impacto para el plan de inversiones hospitalario. De hecho, desde la Subsecretaría de Redes Asistenciales detallan que “el alza de los precios afectó todas las obras que se encuentran en construcción, principalmente a los hospitales de alta complejidad que se iniciaron con anterioridad al 2020. El alza promedio de los materiales e insumos para la construcción alcanzó 54% entre enero de 2020 y febrero de 2023″.
Aun así, como se ha dicho, el único centro asistencial con retraso es el de Curacautín y se proyecta que para fines de este año ya estén en operación ocho de los hospitales en construcción, siete de los cuales iniciaron su proceso de licitación en el segundo gobierno de Michelle Bachelet y uno en el de Sebastián Piñera.
Otros proyectos
Además de los centros hospitalarios de alta complejidad, la nueva administración planea mejorar la red de centros de Atención Primaria (APS), con el fin de avanzar hacia la universalización de esta atención, proyecto nombrado como el “corazón” de la reforma de salud.
“Queremos dejar en operaciones, al final del gobierno, más de 100 inversiones en la Atención Primaria, 61 en construcción y 114 en diseño, y que son parte del plan para fortalecer la atención primaria. Además, este año se pondrán en marcha 19 establecimientos para atención primaria, de los cuales 11 corresponden a Cesfam y seis a servicios de alta resolutividad, que son servicios de urgencia adosados de atención primaria, pero tienen servicios de más tecnología y de laboratorio para un diagnóstico de imágenes más resolutivos. Además, dos serán centros comunitarios de salud mental”, especifica Araos.
Además de la universalización de la atención primaria, otro de los compromisos importantes del gobierno es la salud mental. De hecho, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, aseguró que era una prioridad para la cartera en todo ámbito. Por eso, el subsecretario de Redes Asistenciales detalla que como gobierno se comprometieron a construir un centro de salud mental comunitario por región y para eso actualmente se está trabajando en un diseño para ampliar la red.