Amazon no tendrá sede en Nueva York. El gigante de la distribución estadounidense confirmó los rumores adelantados hace unos días por The Washington Post.

"Después de mucho pensar y deliberar, hemos decidido no seguir adelante con nuestros planes de construir una sede de Amazon en Long Island City, Queen", informó la compañía en un comunicado.

Tras esta decisión se encuentra la fuerte oposición política a la que Amazon se enfrentaba. Aunque el proyecto había sido bien recibido por los ciudadanos -contaba con el apoyo del 70% de los neoyorquinos, según las encuestas citadas por la empresa-, no ha sido igual de bien visto por los políticos, en contra de conceder ayudas económicas a una de las empresas más valiosas del mundo.

Se estima que la firma podría haber recibido alrededor de US$ 2.000 millones en incentivos fiscales por la creación de sus nuevas sedes en Virginia, Nueva York y Tennessee.

"Un gran número de políticos locales y estatales han dejado claro que se oponen a nuestra presencia y no trabajarán con nosotros en construir el tipo de relaciones necesarias para seguir adelante con el proyecto que planeamos en Long Island City", explicaron.

Amazon elegió Virginia y Nueva York para ubicar sus dos nuevas sedes HQ2 (abreviatura de headquarters) tras un proceso de selección que duró más de un año. La decisión que la compañía acaba de tomar no supondrá la reapertura de este proceso "por el momento". "Procederemos como habíamos planeado y Virginia y Nashville y seguiremos contratando personal y creciendo en las 17 oficinas corporativas y centros tecnológicos distribuidos por EE UU y Canadá", han subrayado.

Las acciones de la compañía ceden un 1,3% en Wall Street tras conocerse esta noticia.

Según anunció el pasado mes de noviembre, Amazon invertiría US$ 5.000 millones en las nuevas sedes y crearía 50.000 nuevos puestos de trabajo.