Una ambiciosa estrategia de crecimiento es la que está diseñando la italiana Enel en Brasil. La compañía quiere cambiar el paradigma que hoy ostenta en el país del samba y convertirse en líder del negocio de distribución de energía, corona que ya tiene en Chile de la mano de Enel Distribución. Y ese nuevo carácter está ad portas de adquirirlo en Brasil si mañana logra quedarse con el control de la eléctrica Electropaulo.
El miércoles pasado, Enel Américas presentó una oferta mayor que su principal competidora, la hispana Neoenergia -filial de Iberdrola- por la compañía que AES Corporation puso en el mercado. La competencia entre las firmas ha sido intensa y se ha caracterizado por una seguidillas de ofertas que ambas firmas han estado impulsando para quedarse con el activo brasileño. Es que Electropaulo es una de las joyas eléctricas de Latinoamérica, cuyo principal atractivo es el fuerte potencial de crecimiento que ofrece estar instalado en Sao Paulo y en las cercanías de los clientes denominados en la industria como "premium".
La compañía pierde plata, no tiene buenos resultados. El primer trimestre de este año sufrió pérdidas por 5,4 millones de reales (unos US$ 1,7 millones), pero pese a eso, Enel ofertó 45,22 reales por acción (versus 39,53 reales que ofertó Iberdrola), lo que implicará un desembolso cercano a US$ 997,6 millones por poco más del 50% de la firma.
Un precio alto, según indican en el mercado, pero que para la firma de capitales italianos es un "valor justo", pues están seguros de que la apuesta generará beneficios a todos sus accionistas.
"La compañía vale lo que Enel está ofreciendo", recalca una fuente que conoce los planes de Enel en ese país. De hecho, señala, que un ejemplo de la buena performance que quiere desarrollar la firma en el país vecino es que el directorio de Enel Américas se ha pronunciado a favor de la adquisición. Esto, añade, "porque lo que Enel quiere es tener un fuerte crecimiento en Brasil".
Y lo logrará. Según el comunicado que la compañía envió al anunciar la oferta final, con Electropaulo, Enel Américas sumará siete millones de clientes, adicionales a los 10 millones que ya ostenta en el país, y se transformaría así en el actor más relevante en el mercado de distribución de Brasil, con 17 millones de clientes. "Sao Paulo es un mercado donde solo se proyecta crecimiento y los clientes son de alta renta. Además, la compañía tiene la mayor concesión de distribución que existe en Brasilia (Celg) y está presente en una de las mayores zonas industrializadas. Esto le permitirá a Enel ser líder en todo Brasil", destaca un ejecutivo cercano a la eléctrica.
Y precisamente ese fue el principal mensaje que envió el gerente general de Enel Américas, Luca D'Agnese, para calmar al mercado. "Vemos en Electropaulo un importante potencial. Se trata de la mayor concesión de distribución eléctrica en Sudamérica, que hasta ahora ha tenido un nivel insuficiente de inversión y que con un nuevo plan industrial y una inversión apropiada conseguirá una mejora radical de su desempeño operacional y económico", recalcó el ejecutivo en un comunicado.
El plan de Enel
Y tanta es la seguridad sobre su apuesta, que el plan que tiene diseñado para Electropaulo implica dar vuelta las cifras de la eléctrica en el corto plazo. De hecho, quieren revertir los malos resultados de la brasileña a más tardar hacia el año 2021.
Es que la firma espera copiar el modelo usado en Celg Distribuicao, compañía que Enel Américas adquirió a inicios de 2017 por US$ 640 millones y que hoy está mostrando buenos resultados antes de lo estimado.
La italiana había proyectado mejorar el Ebitda de la firma en el año 2019, pero hoy ya están alcanzando los US$ 370 millones en Ebitda versus los US$ 250 millones proyectados. Para eso, Enel ha hecho una fuerte inversión en digitalizar la red de Celg, misma apuesta que harán en Electropaulo.
La meta de la firma es modernizar la concesión, la que ha estado, en los últimos años sin un programa adecuado de inversiones. La idea de Enel es apoyar el plan de inversiones de 4.400 millones de reales, unos US$ 1.400 millones, que lanzó la brasileña para los próximos tres años, con el fin de digitalizar la compañía. "Este plan será revisado, y si es necesario realizar inversiones adicionales, se concretarán", recalca una fuente de Enel. Con esto, agrega, se reducirán las multas por interrupción del servicio, se mejorará la calidad del servicio y se reducirán las horas de cortes y pérdidas de energía. "Con todo esto, comenzará a mejorar el Ebitda de la firma", destaca la fuente consultada.
Nuevas adquisiciones
Si bien no existe una meta de Ebitda aún establecida, la que se podría informar mañana en el conference call que realizará Enel luego de que se adjudique el activo, la compañía se cierra a nuevas adquisiciones en Brasil.
Es que aún está en el aire el ambicioso plan de privatización de las operaciones de Electrobrás, operación que hoy no está en el presupuesto diseñado en Brasil para 2018, pero que el mercado espera se reincorpore prontamente.
Y pese a que Enel también estuvo mirando algunos activos de Electrobrás, al interior de la compañía enfatizan que durante los próximos años los esfuerzos de la italiana estarán enfocados en mejorar la performance de Electropaulo y seguir avanzando con Celg. "No sé si es momento para pensar que Enel Américas puede abrir nuevos frentes, aunque se estima que habrá otros activos atractivos para la compañía en el mercado", indica un ejecutivo ligado a la eléctrica.
Añade que, además, luego de cerrar la adquisición, el foco de Enel estará en diseñar la estructura de financiamiento de la compra de Electropaulo.
"Aún es temprano para saber cómo se financiará, pues primero hay que saber si la OPA será exitosa. Pero la compañía tiene activadas unas líneas de créditos para efectuar el pago de Electropaulo", indica una fuente de Enel.
Aclara, en todo caso, que la deuda que se tome para la operación se conseguirá de manera local.