“Nuestro compromiso en Chile es de largo plazo. En el caso de Chile, igual que en los demás (países), trabajamos por el progreso de las personas y empresas. Y esto es independiente de los gobiernos que los ciudadanos elijan libremente”.

Así se refirió este miércoles la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, tras ser consultada por la visión que tiene sobre las elecciones presidenciales que se realizarán en Chile este domingo y los planes de inversión del banco de capitales españoles en este contexto.

“Siempre decimos que trabajaremos con los gobiernos que los ciudadanos elijan y les apoyaremos en todo lo que podamos. Así lo haremos en Chile”, comentó Botín en una conferencia con periodistas de Latinoamérica.

La máxima ejecutiva del grupo agregó que “estamos trabajando en el país con una visión de largo plazo, estamos invirtiendo y seguiremos invirtiendo. Queremos hacerlo con el gobierno que elijan los ciudadanos”.

Botín destacó que Chile aparece en el ranking de The Economist “como una de las democracias más sólidas en el mundo. Esto es muy importante y es un gran logro del país”.

También manifestó que “en Chile hoy estamos orgullosos de ser un banco líder en todas las dimensiones. Cuando llegué le puse un reto al equipo en cuanto a calidad de servicio, y somos líderes en en esa materia, en gestión de personas, en resultados, pero también en aporte social y ambiental. Lo hemos hecho poniendo a las personas en el centro”.

Asimismo, comentó que “al igual que en Brasil y México, en Chile hemos tenido innovaciones que hemos llevado a todo el grupo, la que más se me viene la mente ahora son los Work/Café, que fueron originarios de Chile. Hoy tenemos 155 y, muy importante, hemos abierto uno en Santander hace unos días, hablé de ello en mi Instagram”.

La conferencia inició con una presentación que hizo Botín, donde partió diciendo que “para Santander, Latinoamérica es mucho más que un mercado, es parte de nuestra historia, de nuestro presente y, por supuesto, también de nuestro futuro. Hace unos días en varias ocasiones me he definido como una persona optimista que se preocupa mucho, y creo que esta es una definición que se puede extender a América Latina”.

En esa línea, señaló que “es evidente que la región se enfrenta a importantes retos económicos, políticos y sociales. ¿Por qué soy optimista? Primero, porque la sociedad latinoamericana cuenta con los recursos, cuenta con el capital social, el capital humano y también la experiencia necesaria para conseguir mejoras del bienestar de sus ciudadanos. Para conseguir progresar”.

Latinoamérica representa el 40% del beneficio de Santander, y da servicio a casi 80 millones de clientes (de los 152 millones que tiene todo el grupo), principalmente en Brasil, México, Chile, Argentina y Uruguay. Justamente en la región trabajan la mitad de los 193.000 empleados del grupo.

Botín entregó algunos datos: “Cuando decidimos invertir en Latinoamérica de manera significativa, que fue en los 90, en ese momento la renta per cápita de la región era alrededor de US$11.500, y el porcentaje de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza era del 40%, es decir, uno de cada cinco latinoamericanos vivía en condiciones de extrema pobreza”.

Entre otras cosas, también comentó que en los años 80 unos “22 países latinoamericanos habían sufrido más de 40 episodios de crisis financieras y había países donde hubo dos, tres y hasta cuatro crisis bancarias. La consecuencia de estas crisis fue que tan solo 70 millones de latinoamericanos tenían una cuenta corriente, el ratio de crédito al PIB era de 28%”.

Así las cosas, la presidenta del grupo dijo que ahora “estamos en un momento en que muchos analistas ven a la región con problemas, están pesimistas, y por eso creo que es bueno mirar de dónde venimos, porque para mí esta visión que hay hoy bastante negativa, es una de las muchas fake news, porque parecen decir que en las últimas tres décadas no ha pasado nada en el continente, que no ha habido avances sociales, económicos o políticos”.

Y agregó que “hoy Latinoamérica es un continente mejor que en 1990, que es cuando yo empecé a viajar a toda la región. Es una región más rica, la renta per cápita promedio ya es un 50% superior a la de los años 80, y en promedio es US$15.000. Es menos desigual, hay una población más educada, mayor gasto en protección social, más integrada en el mundo y, muy importante, más del 90% de los países de la región no han tenido en la última década crisis bancarias o soberanas, esto es muy importante y algo que no ocurría”.

Adicionalmente, mencionó que “es una sociedad más bancarizada. Hoy Santander tiene más clientes que lo que tenían todos los bancos hace dos décadas; concedemos más créditos que todo el que existía hace unas décadas. Y no solo eso: el crédito no solo llega a las grandes empresas, también llega a las pymes y a las personas”.

Y fue más allá: “Si tuviera que escoger una sola prueba en la que basar mi optimismo (...) para mí el dato más importante es el tamaño de las clases medias, cuántas personas se han incorporado a la clase media en este periodo. En estos 30 años que Santander, y yo personalmente llevo viajando, invirtiendo en la región, Latinoamérica ha sacado de la pobreza a más de 60 millones de personas. Obviamente depende del país, pero entre el 65% al 80% de la población de la región hoy es urbana y, en términos de ingresos, clase media”.

Al respecto, dijo que también es verdad que este proceso se ha producido en otros países en Asia y África, “pero quiero destacar algo que es único en la Latinoamérica, y es que este cambio ha ocurrido al tiempo que se consolidaba la democracia”.

Ahí recordó el índice de The Economist sobre democracia en el mundo, donde se muestra que solo hay tres países latinoamericanos que no son democracias plenas: Cuba, Venezuela y Nicaragua.

La ejecutiva comentó que la inflación es un problema mundial, y “en Latinoamérica los impactos económicos y sociales potencialmente son más negativos, también los niveles de endeudamiento son elevados y una subida de tasas puede afectar el crecimiento, y por eso es tan importante que los países en general, los gobiernos en Latinoamérica entienden la importancia que se merece la estabilidad de precios y la sostenibilidad fiscal”.

Sobre la política, dijo que “no hay duda que es un factor, la situación tampoco es fácil, pero quiero destacar que no es una situación muy diferente a esa polarización que estamos viendo en muchos países en Europa, en EEUU y, esto, en Latinoamérica, igual que en el resto del mundo, es debido a las demandas de las clases medias, a esa amenaza por la pandemia, por el impacto de la tecnología sobre sus trabajos, sus empleos, sus salarios, la desigualdad o la violencia, y ante todos estos temores la respuesta solo puede ser una: cómo crear las condiciones para crecer más, y no menos”.

Botín también anunció que el banco destinará unos US$6.000 millones en Latinoamérica para transformación digital y tecnología entre 2022 y 2024 para expandir el negocio y mejorar el servicio al cliente.

Adicionalmente, señaló que la transición energética representa una oportunidad para Latinoamérica por el uso intensivo de materias primas que abundan en la región, que cuenta con el 30% de las reservas mundiales de agua, el 25% de las reservas mundiales de cobre, el 15% de las de hierro, tierras raras, plomo, entre otros.