Una visión más positiva que el mercado tiene el Coordinador Macroeconómico de Hacienda, Andrés Sansone, quien antes hizo carrera en el Banco Central. En su análisis, prevé un crecimiento en torno al 2,5% para este año y el próximo y una recuperación de la inversión y el consumo el 2026. Y no solo eso: también sostiene que el gobierno, con los proyectos de ley procrecimiento, está sentando las bases para un mayor PIB tendencial.

Con las cifras de actividad del primer semestre y el Imacec de julio, ¿cuál es la perspectiva que tiene Hacienda para el año?

-Al término del 2023, las expectativas del consenso del mercado era que la economía crecería un 1,7% este año. Si bien ahora ha habido algunos ajustes en el margen, que vinculamos a la volatilidad, son cifras bastante superiores a las expectativas que estaban en ese momento. La recuperación de la economía comenzó hace un año. El segundo trimestre tuvimos una pequeña caída, debido a algunos factores adversos transitorios, pero en el segundo semestre va a retomar esta senda de crecimiento. El dato de julio con un crecimiento del 4,2% sustenta esta visión y para el conjunto del año esperamos un crecimiento en torno al 2,5%. La última proyección del último IFP (Informe de Finanzas Públicas) fue del 2,6%.

¿En la próxima actualización de Hacienda es probable que ajuste a la baja el PIB y se sitúe en un 2,5%?

-El ministro Marcel ha mencionado que va a estar en torno a las cifras que proyectamos en el IPF del segundo trimestre, y probablemente se mantenga en esos valores. Una décima no es algo sustancial.

Los economistas privados, más que hablar de recuperación, dicen que la actividad está estancada.

-Una economía que crece 2,5% anual no es un crecimiento de cero, que sería estancado. Recordemos que la economía tenía que hacer un ajuste debido a los excesos que hubo en la demanda por los retiros de fondos de pensiones y las masivas transferencias fiscales. Ese ajuste se realizó y ahora la economía está volviendo a crecer y eso se observa en el nivel de exportaciones que están subiendo, el consumo está creciendo, algo menos que lo que se esperaba, pero sigue al alza y va a seguir en línea por sus fundamentales. La inversión, por su parte, ya muestra signos de estabilización y crecimiento, cuando vemos las cifras trimestre a trimestre.

Sobre el consumo privado, el BC lo ajustó bajo el 2%. ¿Les preocupa que se esté frenando?

-La dinámica del consumo es coherente con las cifras de cuentas nacionales del segundo trimestre, que fueron algo menores de lo que se esperaba. Sin embargo, hay varios fundamentos del consumo que apuntan a una recuperación: masa salarial creciendo, stock de colocaciones en niveles cercanos de 2013. Por lo tanto, hay también espacio para ir recuperando el consumo.

Pero el ajuste que hace el Banco Central, ¿no le preocupa?

-El ajuste es coherente con las cifras que mostraron las cuentas nacionales, pero las perspectivas para adelante son de una recuperación.

Una perspectiva menos positiva se tiene para la inversión. ¿A qué se debe la diferencia de proyecciones entre Hacienda y el Banco Central?

-La inversión es una de las variables más volátiles dentro de las cuentas nacionales y son las más que se suele revisar, por ello, diferencias de incluso un punto no son significativas. No obstante, en ambas miradas se está viendo una recuperación para los próximos trimestres y para el próximo año. A nivel cíclico, cuando vemos la incertidumbre medida por el Banco Central ya se encuentran niveles previos al estallido social. El sector minero tiene grandes inversiones y potenciales proyectos para seguir creciendo. Otro de los factores relevantes detrás de la debilidad que ha tenido la inversión en los últimos años son las condiciones financieras, que todavía no se normalizan.

¿Cuál es la proyección de crecimiento para la actividad que tiene Hacienda para el 2025?

-Debería ser un crecimiento similar al de este año. Nuestra última proyección es del 2,6% y es probable que esté en esos niveles.

Andrés Sansone, coordinador macroeconómico de Hacienda.

Hay una discusión a nivel interno de la capacidad que tiene la economía para el largo plazo. La última proyección del Banco Central del 1,8%. ¿Cómo analizan este escenario?

-Es un número que creemos que puede ser más alto y el país puede crecer más que eso. El BC, cuando hace su proyección de PIB tendencial, lo hace condicionado a ciertos supuestos, porque esta es una variable inobservable y hay que hacer una serie de supuestos. Entre ellos, el BC advierte que no se están contemplando cambios de estructurales en el entorno global, en particular sobre la transición a economías verdes. Esos supuestos nos hacen ser más optimistas sobre la perspectiva de crecimiento para el país.

¿Por qué lo hace ser más optimista?

-En primer lugar, el gobierno tiene una agenda de cuidados con varios proyectos, como, por ejemplo, aumentar la disponibilidad de cuidados infantiles, que es crucial para poder aumentar la participación laboral de los padres. Y, además para la transformación energética, el gobierno está sentando las bases para poder sacar provecho de esas oportunidades.

La mirada que tiene usted con respecto al crecimiento de largo plazo es más optimista que en las proyecciones del Banco Central…

-Están las condiciones y las oportunidades, pero hay que aprovecharlas y sentar las bases para un crecimiento de largo plazo mayor. El gobierno está avanzando en esa materia. Ahora queda la responsabilidad tanto del sector público como privado de tomarlas. Las oportunidades están para que el crecimiento tendencial de esta economía pueda ser mayor de lo que está actualmente proyectado.

¿Cuánto podría ser el potencial?

-De acuerdo a algunas estimaciones basadas en la comisión Marfán y algunos otros elementos, creemos que podría ser entre 0,5 punto porcentual y un punto más el crecimiento que se podría lograr. Así alcanzar un 3,2% no es algo descartable.

¿Cómo está hoy la relación que tiene Hacienda con el Consejo Fiscal Autónomo (CFA)?

-El CFA cumple un rol relevante en el esquema actual de política económica que tiene el país, que es analizar las finanzas públicas e ir generando alertas para hacer un contrapeso del gobierno en estos temas y, por lo tanto, su mensaje de que existe una estrechez fiscal y que hay que ser cuidadosos en los aumentos de gastos permanentes, es algo que compartimos.

El CFA plantea que debería haber un ajuste fiscal este año para cumplir la meta de déficit fiscal estructural del 1,9% que está en el decreto de política fiscal. ¿Se hará ese recorte en el gasto, considerando que la proyección de déficit hoy es del 2,2%?

-El ministro lo mencionó durante estos días, que a medida que va avanzando el Presupuesto, se van abriendo espacios donde se ha ejecutado menos y en esos lugares también se puede no reasignar y mantener el gasto más bajo.

¿Esa meta es del déficit fiscal del 1,9%?

-Sí. Es el 1,9%

El ajuste será pasar del actual -2,2% proyectado al -1,9% que está en el decreto de política fiscal?

-Se están haciendo los esfuerzos necesarios para alcanzar la meta del decreto fiscal.